Carry You. [JoChris]

26.

El día que tantos estaban esperando a que llegara, por fin estaba ahí. Sábado, mayo 20, 8:30 am: la universidad publicó sus resultados.

Claramente, yo no estaba nervioso, tenía un año más para preocuparme por eso; mientras tanto, podía estar en mi cama hasta estar cansado de ella. Pero un mensaje por parte de Christopher, Zabdiel y Richard desde el celular de Erick, me hizo levantarme temprano.

Erick.

Los casi universitarios están en mi casa llorando

Y lloran porque...¿?

No saben aún sus resultados,
vinieron a mi casa para esconderse

¿Y por qué me llamas a mi?

Porqueeeeeeeee

Tú pasarás por sus resultados

¿yo?

Si, tú

Solo compra el periódico
donde se publicaron los
resultados de la universidad
a donde aplicaron Richard y
Zabdi

Pero antes, pasa a casa de tu
no-novio y roba de su correo
la carta de su universidad

Llego en 20

Me levanté de mi cómoda cama, prometiéndole silenciosamente que volvería después y no la dejaría. Solo decidí agregarle un suéter a mi pijama para salir a la, sorprendentemente, fresca mañana. Después de todo, mi pijama era decente para salir en público.

Salí sin dar aviso a mi madre, dudaba que estuviera en la casa pero no quería confirmarlo viendo su cama vacía, Gabe regresaba ese día más tarde; si quería hablarme, mi celular estaba... No, olviden eso, mi celular murió en cuanto estaba frente a la casa de Christopher.

Hice lo que Erick me pidió, revolví el correo de Christopher para encontrar la carta. Era un sobre grueso color blanco, con el sello de la universidad por un lado, con decoraciones tintas y doradas. Vaya, debía ser una buena universidad si se tomaban el tiempo de hacer tan lindos sobres.

En nuestra escuela solo daban una hoja de papel común y corriente firmada por el director para ser oficial.

Seguí con comprar el periódico que me habían dicho, o intenté hacerlo porque no recordé exactamente cuál era y tenía miedo de preguntar, así que tomé los tres posibles que consideré y los pagué.

—¡No quiero ver, saquen a Joel de aquí! —gritó Zabdiel empujándome fuera de la casa de Erick.

—No, Joel se queda —dijo Erick jalando mi brazo.

—¡Se va! —apoyó Christopher.

—Se queda —opinó Richard.

—No me levanté temprano en sábado, revisé sin permiso el correo de mis vecinos, gasté casi 4 dólares en posibles periódicos y caminé hasta aquí para que me corran. Sientense y dejen de llorar.

Para mi sorpresa, todos me obedecieron. Incluso Erick, quien no tenía ni siquiera que sentarse.
Abrí uno de los periódicos y los revisé en silencio, mientras ellos me observaban. Nada.