18.

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—Y entonces... ¿qué pasó en tu clase para que te desmayaras aquél día?

—Sonará tonto, lo sé. Pero Louise no había ido, entonces no tenía alguien que me incluyera para la actividad que tendríamos en el día. Nadie lo hizo, me sentí mal, pero no hice mucho, fue una novedad que también me afectara a ese grado.

—Comprendo —dijo a la vez que se detuvo frente a mi casa—. Probablemente no quieras hablar de esto ahora, pero...

—¿Es sobre lo de ayer?

—Si.

No estaba mentalmente preparado para hablar de eso, no resolví nada conmigo mismo en la noche pasada más que me gustaba, yo le gustaba y no forcé nada. Era lo que había y supuse que ahí quedaría.

—¿Qué con eso?

—Pues... Me gustas, te gusto, ¿estamos bien así?

—Supongo que si —respondí simplemente—. No quisiera arruinar el día que tuvimos hablando de algo que no resuelvo todavía.

—No se podría arruinar, a menos que sea malo como que no quieres que eso nos lleve a algo.

—Si estás hablando de una relación, sinceramente, no me gustaría ahora —dije con toda la sinceridad, pues era algo de lo que estaba seguro. Vi su ánimo decaer un poco—. Lo que digo es que, si, el sentimiento es mutuo, pero eso no quiere decir que tengamos que iniciar una relación ahora. Por lo que sé, tú a penas puedes asimilar que te gusto.

—¿Y el punto es?

—Que estamos bien así por el momento, y lamento si no es lo que esperabas.

—No importa... Realmente no, si te sientes cómodo así, está bien.

No se trataba de que solo yo estuviera cómodo, lo que estaba buscando era un punto donde ambos tuviéramos lo que queríamos. Por mi parte no quería una relación, nunca había tenido una, nunca estuve cerca de tener algo así, y no quería probar con Chris para terminar arruinándolo. Pero no encontraba otra forma de aligerar la situación, pues no estaba dispuesto a probar con otra persona para saber lo que era estar en un compromiso, cosa para lo que yo tenía problemas, y no estaba seguro de querer que él accediera a eso.

Él se despidió de mi, lo que entendí como que ya se quería ir y, efectivamente, lo había arruinado. Abrí la puerta y me bajé, pero me quedé parado sin cerrarla para darle oportunidad de irse.

—¿Quieres ir a una cita conmigo? —pregunté agachándome un poco para verlo.

—¿Qué?

—Una cita, tú sabes, tú y yo, un helado, lo que sea, saliendo juntos, mañana. ¿Si?

—¿Es en serio? —preguntó incrédulo, yo sólo asentí—. ¡Si! Quiero decir, si... Si... Me tomaste por sorpresa y creo que lo sabes.

—No esperarías a que yo diera un paso, ¿no es así?

—Para nada.

—A mi también me sorprendió. En fin, te veo mañana, llegaré a tu casa a las cinco, iremos a perder el tiempo en la mejor cita que podrías tener en tu vida así sea sólo ir por un helado.

—Eso lo sé por seguro.

Sonreí de lado, y acerqué mi meñique hasta donde él estaba, entrelazó su meñique con el mio y con eso nos despedimos. Cerré la puerta y esperé a que arrancara hasta unas pocas casas después que llegó a la suya, me despedí aún así a lo lejos, y él hizo lo mismo. Torpemente atravesó su jardín sin dejar de ver en mi dirección, incluso tropezó antes de entrar, hasta que finalmente ambos entramos a nuestras respectivas casas.

Carry You. [JoChris] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora