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Yoandri estalló en risas en el segundo que Christopher se despidió de mi con un beso en la mejilla.

Llamó tanto la atención que la bibliotecaria nos dio una advertencia si no queríamos que nos sacara a patadas. Pero eso no le importó y siguió riendo más disimulado.

Poco después, Erick y Zabdiel se nos unieron en la mesa de estudio por una que otra razón, y Yoandri no pudo evitar el contarles lo que vio minutos atrás respecto a mi y a Christopher.

—Esto es lo más divertido: después de darle el gran anuncio que de compró un cachorro, se puso serio y, y... —Se interrumpió con una carcajada, ganándose su segunda advertencia—. Y la cara de Joel era algo como "pregunta, así te puedo rechazar". Entonces... Diles, Joel, cuál fue su gran pregunta.

Miré fastidiado a mi amigo, pensando en que no era nada como tener mejores amigos en la televisión. ¿Esos que te apoyan y lloran contigo porque el chico que te gusta no te lleva a un baila? Si, de esos que no tenía.

La mirada curiosa de los otros dos estaba sobre mi, esperando para saber si realmente me invitó a ir con él o no, buscando saber qué era lo que tenía a Yoandri partiéndose de la risa.

—¿Qué te preguntó? —preguntó Erick esperanzado.

—Que nombre ponerle al cachorro —murmuré entre dientes.

—¿Qué? —preguntaron los dos al no escucharme.

—¡Que nombre ponerle al cachorro! —gritó Yoandri riendo. Provocando las desquiciadas risas de Erick y Zabdiel.

Estrellé mi cabeza contra la mesa, ganándome un fuerte golpe que para nada me importó porque la humillación me estaba superando, ya era habitual. Se suponía que Yoandri fue conmigo para ver la gran invitación de Christopher hacia mi para llevarme al tonto baile, no a darle una razón para reírse de mi y mi fracaso de secundaria al ser rechazado por mi propio novio.

Aunque no le encontraba gracia alguna, es decir, a pesar de todo fue una pregunta importante ¿no? Una mascota es una gran responsabilidad, algo serio, que yo lo nombrara era algo de suma importancia.

O es lo que yo mismo quise creer.

Las carcajadas de mis amigos colmaron la paciencia de la bibliotecaria en menos de lo que esperaba, pues nada más empezaron a golpear la mesa y patalear y fue nuestra advertencia de salida. La ignoramos en un principio, no se veía tan amenazante al acomodarse sus lentes sobre el puente de su nariz con su dedo meñique, pero en cuanto quiso acercarse a nosotros, corrimos como si nos fuera a causar algún daño además de vetarnos de la biblioteca de la escuela, la cual nunca visitábamos.

Una vez afuera, me aparté de mis amigos lo más que pude, no estaba con un humor para soportarlos riéndose de mi desgracia, pues ellos ya tenían con quien ir. Incluso el estúpido de Yoandri consiguió boletos antes que yo con una chica de tercero, maldita sea. Estaba mil pasos adelante de mi.

El resto del día pasó borroso, cuando menos esperaba ya era hora de salir.

Decidí irme solo, quería estarlo, quería entender mis pensamientos.

Porque no había razón para estar molesto porque Christopher me invitara, nunca me llamó la atención ese tipo de eventos y no tenía porqué comenzar ahora. ¿Necesitaba probar algo con Christopher llevándome? No, ya era mi novio, la mayoría lo sabía, no necesitaba probar nada. Tampoco era para su compañía, él podía pasar tanto tiempo conmigo como quisiera, yo estaba más que dispuesto para él, entonces no era eso tampoco. 

Me sentí estúpido al comprender que en serio no había gran problema en eso. Yo no encontraba mi propia excusa para querer ir, ¿por qué me molestaba? Demonios, si que era imbécil.

Carry You. [JoChris] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora