13.

856 103 35
                                    

Al llegar a la escuela, justo en la acera frente a la puerta principal, sentí al instante las miradas de dos de mis amigos.

Richard y Zabdiel lo ignoraron un poco, estaban demasiado ocupados observando a detalle algo en el celular de uno de ellos como para notar algo extraño en mi. Pero Erick a su lado fue todo lo contrario, su mirada estaba llena de confusión, lo podía sentir, y es que para él era raro que yo quisiera estar cerca de una persona. Con suerte, no se le pasaría por la mente creer que era porque estaba sintiendo algo con Christopher, pues seguía en la creencia de que Louise me gustaba y era una forma fácil de evadir las preguntas; podría decirle lo mismo que a Chris: nuestra amistad subió de nivel. Fue para demostrarle a Chris que, efectivamente, confiaba en él lo suficiente para mostrarme cómodo con su cercanía.

A unos metros de distancia, observé a Yoandri analizando la situación sin prestarle mucha atención a sus amigos. Él comprendía mejor que Erick lo que estaba pasando, pero no pude descifrar su mirada como lo hice con mi otro amigo porque era más complejo de lo que pensaba. Lo vi feliz cuando me vio llegar al lado de Christopher, aunque tuve dudas de si era realmente eso lo que quiso demostrar, estaba tan ocupado en caminar al lado de Chris que no me de cuenta de cuando pasé al lado de él como si nada para llegar a mis amigos.

—Chris, Chris, tienes que ver a esta chica —dijo rápidamente Zabdiel cuando llegamos al lado de ellos.

Se acercó al mismo tiempo que Erick llegó a mi lado, mirándome en busca de una clara explicación.

Me encogí de hombros, dándole a entender que ni yo tenía la menor idea de cómo fui capaz de llegar con él a mi lado.

La condición era compleja, nunca me gustó estar muy cerca de las personas, a penas toleraba la cercanía de mi propia familia y a mis amigos les costó mucho entender mi situación. Como dije antes, poco después se adaptaron. Entre bromas dijeron miles de veces de ya debería vivir dentro de una burbuja para que nadie me tocara, no era una mala idea.

—Definitivamente saldría con ella —dijo Christopher sonriendo con el aparato entre sus manos—. ¿Quién es?

Mi corazón se encogió al escucharlo que podría salir con una chica. Las ilusiones que me estaba haciendo estaba yendo demasiado lejos como para que me molestaran ahora.

—Es la amiga de Joel, ¿no la reconoces?

Razón número diecisiete para odiar los jueves: siempre me llevaba una gran decepción.

Desvié la mirada de Chris, incluso evité a Erick. Sentí un alivio cuando vi a mi grupo de compañeros acercándose, en cualquier momento iban a pasar al lado de nosotros y podría escapar de la incómoda situación en la que me encontraba.
Mordí mi labio nervioso, estaba de nuevo con mi especie de tic nervioso, mi dedo anular y el pulgar chocaban a una velocidad impresionante. Mi amigo al lado lo notó, quiso tomar mi mano para intentar relajarme, pero me aparté de golpe dando más pasos de los que hubiera querido. Giré mi cabeza a la derecha, estaban por pasar por ahí.

—Hoy caminaré con ellos —dije apuntándolos—, los veo después. Diles que no voy a almorzar con ustedes hoy —informé a mi amigo para que les dijera a los tres mayores.

Antes de que pudiera decir algo, le hablé a Yoandri y me acerqué a él y a los demás. Los saludé a todos con una sonrisa y tomé mi lugar para caminar al aula al lado de mi amigo, dejando a los otros cuatro atrás sin siquiera voltear a verlos para despedirme correctamente. Yoandri quiso hacer preguntas, algo lo delató, pero me apresuré a decirle que le diría lo que quisiera en el almuerzo. Eso bastó para que lo entendiera, algo pasó y volví a mi plan que flaqueó un poco ante la visita repentina de Chris por la mañana, pero estaba de vuelta al original.

Carry You. [JoChris] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora