7

794 72 21
                                    


Desde el gran encuentro y salida con Sawamura que deseo tener de nuevo una de esas molestas sesiones fotográficas, así, al menos podría verlo, no me importaría ni siquiera posar desnudo para él, para nada. Lo único que hacemos desde nuestra salida es intercambiar mensajes, cada vez que lo invito a salir a comer él se niega y dice que tiene un montón de cosas por hacer, y cuando él me invita a mí, resulta que soy yo el que no puede. Suelto un suspiro, no debería quejarme ni nada, desde un principio sabía que esto no sería nada de fácil.

Además, con los entrenamientos y partidos, todo se me dificulta aún más. Agradecía de todas formas el hecho de que continuemos intercambiando mensajes a diario, si no fuese así, sería aún más difícil.

Pero eso no quitaba el hecho de que comenzaba a ponerme ansioso y distraído. Lo cual, claramente comenzó a afectar mi desempeño en los entrenamientos, solo en los entrenamientos, no deje que Sawamura entrara a mi mente durante los partidos, bueno, si lo hace, a veces cuando miro al pitcher en el montículo, en medio de un partido, puedo ver a Sawamura claramente ahí, preparándose para lanzar, pero antes de que la bola abandone su mano, vuelve el verdadero pitcher.

- Buenos días, idiota – escucho una voz femenina a mis espaldas y la reconozco de inmediato – llegas tarde al entrenamiento

- lo sé – dije pasando a su lado y revolviéndole el cabello – buenos días, compañero – el solo me contesto con un gruñido.

Sí. La voz femenina que me había dado ese cálido saludo en una mañana de entrenamiento, en realidad era un chico, más específicamente, uno de los pitcher titulares del equipo. Él es bastante joven, pues, nos llevamos por tres años, bueno, no es tanto, pero en verdad aparenta mucho menos, en especial por su voz afeminada, más de una vez lo he molestado con este detalle, sin embargo, a él parece no molestarle.

Como sea, el chico se unió a él equipo hace más o menos un año y algunos meses, no lo sé con certeza, nos llevamos bien y hacemos una buena batería, aunque, claramente, la mejor batería que he hecho en mi vida es con una persona molesta en la preparatoria.

Corey era un gran lanzador, si ese era su nombre, es inglés y eso es todo lo que se sobre él y tampoco siento la necesidad de ser conocedor de más. Se la pasa todo el tiempo libre entre los entrenamientos pidiéndome que atrape para él, lo cual, hago sin quejarme más de lo necesario, sin embargo, él no se escapa de mis bromas, aunque él se preocupa de devolvérmelas.

- Atrapa para mí – me pide casi en un grito aunque este parado a su lado, creo que él piensa con firmeza que en cuanto más alto grite estas palabras mayores posibilidades hay de que termine por ceder, un idiota

- Está bien pero guarda silencio – le contesto riendo, noto como el frunce el ceño y sin más accedo.

Comenzamos a entrenar, el lanzaba y, como siempre me termina por suceder, termino por ver a otra persona en el montículo en vez de a Corey, suelto un suspiro, siempre me ha pasado esto y ya debería estar acostumbrado, sin embargo, pase el tiempo que pase, siempre terminare por desear que Sawamura de verdad este en ese lugar lanzando para mí. Como lo hacía antes.

Antes de darme cuenta ya estoy sonriendo como idiota mientras pido algunos lanzamientos, veo el montículo, Corey tiene algunas similitudes con Sawamura, siempre lo he pensado, y es verdad, incluso Kuramochi está de acuerdo conmigo sobre esto, solo que este chico tiene el cabello rubio y unos ojos que entran dentro un color celeste, además, su acento extranjero sigue presente, con menos fuerza, pero sigue estando allí.

Y muchas veces eso es blanco de nuestras bromas con Kuramochi, es como nuestra forma de des estresarnos y liberar malas energías.

Me encontraba sumido en estos pensamientos cuando percibí el sonido característico de una cámara fotográfica, me gire rápidamente a mirar en la dirección donde prevenía este sonido, entonces, me di cuenta de quién era, entonces, me sentí como si hubiese sido descubierto haciendo algo malo. Era Sawamura, tomando fotografías al entrenamiento, estaba de nuevo con el coordinador de la sesión pasada de fotos. Inconscientemente me puse algo nervioso, me removí en mi lugar inquieto y desde entonces, mi concentración se fue a algún lugar bastante alejado. Hasta el punto que fue Corey el que se acercó a mí y me pidió que tomásemos un descanso, la verdad es que se lo agradecí.

Creo que es graciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora