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Sé que no soy experto en este tipo de cosas, pero estoy seguro que si estas saliendo con una persona es normal que se vean en privado y ese tipo de cosas o al menos intercambien palabras seguido. En cuanto acepte salir con Sawamura supe que esta no sería una relación normal, pero esto sobrepasa por mucho lo que esperaba.

Han pasado unos cuantos días desde que comenzamos a salir y apenas nos hablamos fuera de los entrenamientos, no esperaba que me afectara tanto pero lo hace. De alguna forma primero me incomoda y luego me irrita un poco. Bien, si voy a hacerlo entonces lo hare bien. Decido empezar por acercarme un poco fuera de los entrenamientos, asique, sin más, decido buscarlo en uno de los descansos entre clases, esperaba que al menos pudiésemos hablar en el pasillo sin problemas, algo normal. En cuanto suena el timbre que da comienzo al descanso, me pongo en pie y me dirijo hacia el pasillo, camino entre mis compañeros y demás personas que van de un lugar para el otro, bajo las escaleras y me muevo por el pasillo, me dirijo directo hacia el salón de Sawamura y cuando llego me asomo en el umbral de la puerta.

Ahí estaba el idiota, rodeado de chicas de su clase, hablando todos muy animados de quien sabe que, mentiría si dijese que esta imagen no me provoco nada, algo me hizo sentir pero en el minuto decidí que solo era irritación, solté un suspiro y me anime a llamarlo. Él, al igual que sus compañeros de salón, se voltearon a mirarme, pero tenía mi mirada fija en Sawamura, le hice señales con la cabeza hacia el pasillo, él entendió y se puso en pie de inmediato, yo, por otro lado, me acerque a la ventana más cercana y apoye mi espalda y contra esta.

En cuanto Sawamura llego en frente de mi note que estaba algo sonrojado, lleve mi mirada hacia el interior del salón de este y me encontré con algunas chicas sonriendo, claro, estas se habían ocupado de molestarlo antes de que saliese, no pude evitar sonreír al verlo así, sin embargo, de inmediato comencé a pensar "¿Qué tanto sabrán ellos?" bien, no importa, por ahora al menos no.

- ¿Qué pasa? – escucho la voz de Sawamura, extrañamente este no me estaba gritando

- Nada – supongo que le sorprende el hecho de que haya venido a verlo repentinamente, y en especial luego de pasar unos días apenas intercambiando miradas.

- Entonces, ¿porque me llamaste? – vamos, solo vine a verte, ¿no puedes hacerte la idea de eso? ¿de verdad quieres que te lo diga en palabras?

- No hemos hablado en mucho tiempo – dije tocando mi cuello y llevando mi mirada hacia algún otro lugar. El guardo silencio y eso solo dificultaba más las cosas – te llevas muy bien con las chicas de tu clase – vamos, entre todas las cosas que pude decir para sacar un tema de conversación, tenía que escoger esto, él se hará una idea equivocada.

- Bueno – dijo algo indeciso – no es para tanto, me recomiendan mangas y yo los leo, luego me piden mi opinión y eso es todo – no es que desease que me diera una explicación, sin embargo, me agrado que me la diese de todos modos.

- Ya veo – dije ahora sonriéndole un poco, no era ningún secreto que el leía el tipo de manga romántico y tampoco es algún tipo de secreto el hecho de que más de alguna ocasión he terminado por molestarlo de alguna forma con eso

Y desde ese momento la conversación fue las fluida, digamos que desde ese momento ambos decidimos relajarnos ya hablar con total normalidad, como siempre habíamos sido, lo mejor de todo es que nuestras conversaciones cambian rápidamente de tema pero siempre acabamos en lo que más nos gusta, el beisbol. Ahí podemos perdernos de verdad en nuestra conversación, y antes de danos cuenta, ya había sonado el timbre que anunciaba el final del descanso.

Nos despedimos con un simple "hasta luego", él entro a su salón y yo me dirigí hacia el mío, no estuvo nada mal, pensé que me llevaría mucho más trabajo el lograr que ambos conversásemos con naturalidad de nuevo.

Creo que es graciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora