Creo que es gracioso

19

Tengo excelentes noticias. Hace un tiempo mis mañanas volvieron a ser cálidas. Volví a despertarme de forma incomoda con los brazos de cierta persona sobre mí, o en alguna posición extraña, volví a mirar su gracioso rostro dormido nada más al abrir mis ojos. Todo un paraíso, dije riendo internamente. Apenas me moví sobre la cama, no tenía intención de despertarlo aun.

Sawamura cada vez pasa más tiempo en mi departamento, bueno, mas noches, durante el día cada uno está inmerso en sus respectivos trabajos y obligaciones, en cuanto cada uno logra estar desocupado coordinamos para encontrarnos y salir hacia algún sitio, luego le pido que se quede en mi departamento, el suele no aceptar en una primera instancia, sin embargo lo hace de igual forma ya que ambos sabemos que sucederá si él decide quedarse a pasar la noche conmigo.

No nos reprimimos ni intentamos el ocultarnos el uno del otro el deseo enorme que sentimos, como si intentásemos recuperar todo el tiempo perdido.

Creo que mis partes favoritas son cuando él debe ir de fotógrafo a los partidos importantes en los que participo, me gusta mirar hacia su lugar cada vez que logro una jugada destacaba o un home run, sé que en esos momentos él me está devolviendo la mirada, también sé que estamos compartiendo sonrisas.

Sawamura es bastante cruel a veces. En especial en las mañanas en que debo levantarme bastante temprano e ir a entrenar, bueno, él no me facilita para nada el tener que marcharme es más, me dificulta la tarea. De por sí ya es una tortura para mí el tener que salir de la cama, cuando llega la hora de marcharme y decido despedirme de forma rápida de él, bueno, resulta que termino por besarlo, el profundiza el beso y pasa sus brazos por mis hombros, atrayéndome más a él. Es bastante cruel, mis ganas de quedarme con él durante todo el día son enormes, pero no puedo hacerlo.

- Llegare tarde si continuo así – digo separándome de sus labios

- Entonces vete – me contestaba él, como dije antes, él puede llegar a ser bastante cruel

- No puedo hacerlo si me tienes de esta forma y me tientas a quedarme contigo

- Que poca fuerza de voluntad tienes, Miyuki Kazuya

- Me vengare

Entonces reuní toda mi fuerza y me separe de él, partidos importantes se avecinaban y debía entrenar y concentrarme seriamente, eso si quería ganar junto con el equipo. Antes de marcharme definitivamente lo mire desde el umbral de la puerta, hace aproximadamente unos meses la vista había sido otra, algo mucho más solitario, solo una cama vacía y un departamento carente de vida pero lleno de muchos vicios.

Hablando de mis vicios. Él se ha encargado de ellos, bueno, no del todo, pero antes solía fumar bastante y lo admito, nunca me ha importado especialmente ese hecho, sin embargo, a Sawamura si le importa y mucho. Continuo fumando, pero menos de la mitad de lo que solía y no sin ganarme una mirada reprobatoria a la cual yo respondo con una sonrisa. El verlo como se preocupa y se enoja por mis actitudes es algo que solo me hace sentirme mejor. Mejora mi estado de ánimo.

Al salir del departamento me doy cuenta de que es un día bastante soleado, sin necesariamente estar presente la sofocante temperatura alta, era solo una mañana agradable. Me acerque a mi auto, el segundo amor de mi vida, y me subí a este, puse la radio más alta de lo que suelo ponerla pero en ese momento no me importa porque me siento feliz sin razón aparente. Así que, no me reprimo y comienzo a cantar junto con Elvis Presley en mi auto. Y la verdad es que en ese momento me tiene sin cuidado el hecho de que las personas se me quedan mirando.