Creo que es gracioso

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 "bienvenido al club de los corazones rotos, es casi como estar en alcohólicos anónimos" me dijo Miyuki en cuanto le conté lo sucedido con Ryosuke. Y unas semanas después de la partida de él, comencé a pasar la mayoría de mi tiempo en el departamento de Miyuki, estar en el mío me torturaba mentalmente, de verdad, el de Miyuki estaba mejor, aunque ese me torturaba también mentalmente, su departamento es en realidad un gran cenicero y me sorprendo lo mucho que se dedica a sus vicios, café, nicotina y alcohol. Toda una vida sana.

- Me sorprendería si pasases los cincuenta años – dije en una ocasión, mientras este volvía a encender un cigarrillo, el tercero en menos de una hora.

- A mí también – contesto.

Entonces, mi celular hizo su característico sonido que anunciaba un mensaje nuevo, tome el aparato y mire la pantalla rápidamente, era un mensaje de Sawamura, de inmediato me puse algo tenso, después de todo, no podía permitir que Miyuki supiese que continuaba en contacto con él, me mataría. Además, no creo que sea lo mejor en estos momentos, bueno, no soy nadie para decidir algo así, pero Sawamura me pidió explícitamente que guardara silencio.

- ¿has intentado eso de un clavo saca a otro clavo? – dijo de pronto Miyuki, sabía que decía todo esto con la intención de molestarme un poco, como una devolución por todas las veces en que lo he incitado a salir con chicas para superar a Sawamura.

- ¿Qué? Claro que no – conteste de inmediato – no se aplica a esta situación, ningún clavo se compara a Ryo-san, él es como una estaca para mí.

- Todo un poeta – dijo Miyuki revolviendo distraído su café – su cabello es rosa, su sonrisa es zorruna – suelta un suspiro exagerado – vuelve conmigo Ryo-san – dijo imitando mi voz

- Es el peor poema que he escuchado en mi vida – dije, y era verdad

- Así son tus poemas – dijo dando un sorbo a su café - deberías ir a recitar algunos de tus poemas malos en la ventana de su departamento.

- ¿Cómo sabes que tiene un departamento? – cuestione de inmediato

- Ops – dijo Miyuki – me va a matar.

- No si yo lo hago primero, sabes donde vive y no me lo has dicho

- Me pidió que no lo hiciera y entiendo que no quiera que sepas su dirección, tienes algunas conductas bastante sociópatas.

- Miyuki, ambos sabemos quién es el sociópata en esta habitación

- Sí. Tu – dijo rápidamente y poniéndose en pie.

Esa tarde no hicimos la gran cosa, teníamos el día libre y era viernes, afuera era un día excelente, pero nosotros parecíamos un par de ancianos amargados dentro de esas cuatro paredes. Pero cuando ya estaba anocheciendo, comenzaron a sonar insistentemente los celulares de ambos, eran los chicos del equipo, ellos estaban al tanto de lo sucedido en mi relación, bueno, no con detalles, pero sabían que estaba algo despechado y triste amorosamente.

"Es viernes y saldremos" comenzaban los mensajes

"En especial el par de idiotas que no tienen suerte en el amor pero si en el juego"

"Esta noche Kuramochi se emborracha"

"vayamos a un karaoke"

"relájense chicos, tal vez alguna chica les permita hacer un home run esta noche"