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Han pasado unas cuantas semanas desde que Sawamura realizo su exposición, y como era de esperarse le llovieron ofertas de trabajo, las cuales eran sobre sesiones breves y cosas específicas, debo de admitir que en el momento en que me informo que haría una de estas sesiones para una marca de ropa interior femenina llovieron mis ataques de celos, los cuales me preocupe de ocultar bien, además de que me arme de unos excelentes argumentos bastantes convincentes.

Nada funciono y termino por tomar el trabajo de igual forma, bueno, no sin antes permitirme ir a dejarlo en mi auto y luego ir en su búsqueda en cuanto terminase esta sesión.

- Vaya, confías mucho en mi – me decía en el auto mientras lo llevaba al edificio donde se llevarían a cabo las fotografías, como dije antes, no soy bueno leyendo ambientes y todo eso pero tampoco soy idiota y me doy cuenta de que está enojado

- Confió en ti y te quiero, por eso no dejare que esas mujeres te coman vivo – si le digo lo mucho que lo quiero se le pasara todo esto más rápido

- Es solo una sesión de fotos – dijo poniendo los ojos en blanco de forma exagerada

- Solo cuido lo que es mío – termino por decir

Y al estar conduciendo no me gusta quitar los ojos del camino, a Sawamura tampoco le gusta que lo haga, sin embargo tendría que estar loco como para no mirar su reacción en este momento. Su cara sorprendida, sus ojos felinos, su transformación de su color de piel morena a un hermoso rojo, sus movimientos intranquilos en el asiento, su mirada ahora nerviosa, para terminar por ocultar su rostro volteándose y mirando por la ventana. Yo sonreí y mire hacia el camino.

Lo deje a las afueras del gran edificio, el desabrocho su cinturón de seguridad, tomo su mochila y se inclinó para besarme, le devolví el gesto y luego de eso se bajó del auto, camino rápidamente hasta la entrada del edificio y no comencé a moverme en el auto hasta que lo vi dentro del edificio. Si, a veces sale a flote todo mi lado sobreprotector con él, pero he llegado a la conclusión de que no volveré a hacer algo como esto de ir a dejarlo y a buscarlo a una sesión fotográfica a menos que él me lo pida, me preocupo por él, pero tampoco estoy interesado en ser el tipo de persona que no le da respiro alguno a su pareja.

Como era de esperarse, Sawamura no me llamo para que fuese a buscarlo, solo llego al departamento dejando sus cosas sobre un sillón mientras se desplomaba sobre el otro acostado a lo largo de este, soltó un gran suspiro. Yo me encontraba en la cocina, sin embargo desde esta podía ver sin ningún problema toda la sala, el sillón y el desorden que acaba de provocar él.

- La comida ya está casi lista – le dije acercándome y sentándome en el sillón desocupado

- Eso es genial porque me estoy muriendo

- ¿Qué tal la sesión? - me miro enarcando una ceja

- Las chicas estaban genial – vaya idiota, y no sé qué expresión haya hecho, pero entonces el comenzó a reír

Y nos quedamos unos minutos en silencio, Sawamura tenía sus ojos cerrados y por un momento pensé que se había terminado por dormir. Lo mire con atención, su respiración era lenta, se movía lo menos posible, de verdad parecía dormido, pero sabía que no lo estaba en realidad, si estuviese realmente dormido comenzaría a girar y a poner sus brazos y piernas en una posición bastante extraña.

- Me entere de las fechas de los próximos partidos que tendrás – me dijo aun con sus ojos cerrados. Ya lo sabe

- ¿sí? – vaya que soy un idiota

Creo que es graciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora