29

456 49 1
                                    


Tengo una muy mala percepción del tiempo, fue lo que concluí esa noche. Estaba recostado intentado conciliar el sueño, sin embargo no lo lograba, mañana seria la semifinal, claramente me sentía algo nervioso y bajo presión, normalmente no sería así, pero lo era y más que nada por el hecho de la apuesta de Sawamura.

Puedo sacar mis propias conclusiones y sé que para hacer una apuesta contigo mismo debe haber una acción de por medio, si ganan hare esto y si pierden hare otra cosa, algo así. Pero no soporta la incertidumbre de saber qué demonios es lo que planea.

Y si algo he aprendido de él durante todo este tiempo, es que nunca puedes saber a ciencia cierta lo que piensa y lo que hará, excepto en el campo, en ese lugar sí que es fácil para mi leer lo que pasa por su cabeza, solo con ver sus ojos y su postura ya puedo tener toda una idea de lo que está pensando. Desearía que fuese de igual forma fuera del diamante.

Ruedo en la cama de nuevo y suelto un suspiro, el idiota esta recostado a mi lado y duerme profundamente, incluso de vez en cuando puedo escucharlo como murmura algo que no logro entender. Desearía poder dormir de esa forma en estos momentos, suelto en voz baja, más para mí mismo. Me levanto de la cama y camino hasta la ventana, suelto otro suspiro y me aburro rápidamente de la vista ya tan conocida por mí, me dirijo hacia la cocino y bebo un vaso de agua, entonces decido volver a la cama.

En cuanto me recuesto soy envuelto por los brazos de Sawamura, estos pesan y el solo continua en su profundo sueño, no lo muevo ni intento despertarlo, solo me quedo ahí observándolo, es bastante poco atractivo ver como duerme con su boca entreabierta, es más bien cómico y no me resisto a fotografiarlo con mi celular. Suelto una pequeña risa y decido cerrar los ojos, relajarme y dejarme llevar por el sueño.

Desperté al escuchar la voz de Sawamura desde lejos, al principio lo escuchaba bastante bajo, sin embargo cada vez su volumen aumentaba, hasta que abrí los ojos, la habitación estaba algo oscura gracias a las cortinas, pero la puerta entreabierta dejaba ver la luz natural que se filtraba desde el pasillo. Frote mis ojos y solté un suspiro, luego estire mis brazos, mire la hora en el reloj que se encontraba en el mueble más cercano, vaya, es bastante tarde.

Continúe escuchando la voz de Sawamura y no hizo falta mucho tiempo para darme cuenta de que hablaba con su madre, siempre hablan por teléfono, al menos una vez cada tres días. Esto me hace sentir un pésimo hijo, y tal vez lo sea, después de todo hablo con mi padre solo una vez a la semana e incluso a veces puede pasar más tiempo y no tenemos contacto el uno con el otro. Tomo la decisión mentalmente de cambiar eso y termino por levantarme.

Sawamura habla animadamente en la cocina, está friendo unos huevos y no se ha dado cuenta de mi presencia a sus espaldas, sonrió para mí mismo y me acerco a él, lo abrazo por la espalda y él se tensa de inmediato, me apego a él y noto como me regala una sonrisa de saludo, yo se la devuelvo y él continua hablando por el teléfono, pero esto no me detiene y decido besar su hombro por sobre su ropa, avanzo hasta el límite de su camiseta que usa de pijama, entonces comienzo a besar su cuello. Puedo notar como él se pone cada vez más nervioso, intenta escapar pero no lo dejo, y él hacer todo esto mientras habla con su madre por teléfono es una excelente forma de vengarme de algunas cosas.

Sawamura se gira y esta sonrojado, intenta apartarme con su mano libre, sin embargo no lo logra, puedo notar que está nervioso y se esfuerza para que no se note en su voz todo lo que está sucediendo. No lo logra.

Sería como un milagro si su madre no se hiciese una idea de lo que en realidad estaba sucediendo del otro lado de la línea.

- No es nada mamá, Miyuki está haciendo idioteces, solo eso – dice Sawamura, yo comienzo a reír – mi madre te envía saludos

Creo que es graciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora