―Ian ―llamé moviéndolo suavemente, sin recibir ninguna respuesta de su parte― Ian, por favor, es importante.
Él abrió los ojos levemente, para luego soltar un gruñido por lo bajo, tomarme de la cintura y subirme a su regazo.
Con mis manos quité el cabello que obstruía su vista y acaricié su mejilla.
―Ian, tenemos un problema ―dije con una mueca en los labios, inclinándome para dejar un beso en sus labios que pretendía ser solo un roce, pero que él se encargó de llevar a otro nivel, tomándome de la nuca para acercarme aún más y metiendo su lengua en mi boca.
―¿Qué puede ser más importante que esto? ―murmuró con voz ronca y somnolienta, pasando su lengua por mi labio inferior.
―Ohm, no lo sé, quizá lo sea la abrumadora cantidad de periodistas que hay en mi edificio.
―¿Qué?
―Bueno, a menos que alguien haya organizado una conferencia de periodistas y no me haya invitado, no veo otra opción mas que estén aquí por ti ―Ian detuvo sus movimientos, soltando mi nuca e inclinándose hacia atrás para ver mi rostro. Su ceño estaba fruncido y parecía muy molesto.
Él me quito suavemente de su regazo, dejándome a un lado para levantarse completamente desnudo de la cama y dirigirse a la ventana para comprobar lo que ya había dicho.
Al parecer la idea de que hubieran periodistas en mi edificio no le sentó nada bien, porque apretó sus puños y sin decir una sola palabra buscó sus pantalones por la habitación para coger su móvil y llamar a alguien.
―¿Podrías decirme por qué mierda hay periodistas en el edificio de mi novia, Tim? ―rugió a la persona al otro lado, poniéndome la piel de gallina. Nunca lo había visto tan molesto. Parecía un animal enjaulado, dispuesto a arrancarle la cabeza al primero que se le cruzara por delante. La mala noticia es que yo era la única persona en la habitación― ¡¿Que ella hizo qué?! ―exclamó con furia― No, no voy a consentirlo. Habla con mi abogado y prepara todo para demandarla... si, encárgate de sacarlos de aquí e intenta que esa entrevista no sea publicada. Adiós.
Ian colgó el teléfono y lo lanzó con fuerza a la pared, haciéndolo añicos.
Yo por mi parte, estaba sentada en la cama con los ojos abiertos como platos mirando fijamente cada movimiento de Ian con impresión y algo de temor. En algún momento había comenzado a temblar un poco, pero esperaba que no se diera cuenta de ello.
―Mhm, Ian, ¿todo va bien? ―susurré temerosa, tratando de no hacer nada que lo molestara aún más. No es que tuviera miedo de que fuera a golpearme, sabía que él no sería capaz de hacer algo como eso, pero su reacción si me había puesto en alerta.
Él se mantuvo en silencio por unos segundo, ignorando mí pregunta por estar sumido en sus pensamientos.
―Miranda dio una entrevista a una de las revistas más importantes del país e informó a toda la presa de nuestra relación y de tu embarazo ―contestó finalmente, levantando la mirada del suelo para mirarme fijamente― Contó las cosas como mejor le convenía, dejándome como el que la había abandonado y engañado contigo. Sobre ti, dijo que te habías embarazado para amarrarme y que solo estabas a mi lado por el dinero.
Abrí mi boca indignada y sorprendida, porque por mucho que odiara y me desagradara Miranda, nunca creí que fuera capaz de hacer algo como esto. Era demasiado hasta para ella. Pero al parecer, había subestimado demasiado la maldad de esa mujer.
―Voy a matarla ―gruñí por lo bajo, dándole un puñetazo al colchón― ¡No puedo creer que se atreviera a decir eso de mí! ¡Prácticamente se describió a sí misma para difamarme!
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My Complement. MADLY IN LOVE #1
RomanceCindy nunca estuvo hecha para las responsabilidades. Su vida era un desastre, no tenía trabajo y tenía que mantener a su hermano menor. Pero se había propuesto cambiar, ser más responsable y madurar. Aunque lo que definitivamente no se propuso fue...