Capítulo 23 [Un mal sueño]

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POV. ANASTASIA.

Christian me pregunto hace tan solo instantes que generaba él en mí, la lista es larga en interminable no pude negarlo y solo me limite a contestar que me generaba paz, paz infinita infinita de vuelta me contesto que yo generaba lo mismo en él y eso me hizo feliz al ver que me lo decía con una sonrisa genuina y sincera, haciendo que mí corazón aleteara n mi pecho sin control, ahora analizo más afondo su pregunta y me doy cuenta que aparte de eso el genera un sinfín de emociones que estoy por descifrar... el amor que me invade hacia él es tan grande que simplemente no soporto la idea de estar separada de él nuevamente, me hace sentir segura y el sentimiento de plenitud me invade cada tanto estando con él. Deseo ser la mujer que él necesita, y quieres... ha cambiado tanto en los últimos días que simplemente merece que yo cambie un poco por él.

—Me gusta estar así — la voz de Christian sale amortiguada ya que tiene su cara entre mis pechos desnudos. Mientras yo acaricio los pequeños rulitos cobrizos que se le hacen en su cabeza — te amo tanto.

Escuchar esas palabras salir de su boca simplemente hace que mi corazón estalle en emoción, cada caricia me confirma sus palabras. Sé que lo evito por mucho tiempo, él no es incapaz de amar, de hecho todo en él es amor... antes no lograba entender y mucho menos discernir porque siempre trataba de alejarme de su lado y tras compartir conmigo aquella historia macabra de su niñez entendí todo... mi cincuenta le tiene miedo a ser herido nuevamente, tiene miedo al abandono y por eso evita o evitaba a toda costa las emociones que ahora nos envuelven a los dos, no puedo evitar sentir que algo nos une más allá de nuestros cuerpos. Él decidió contarme su historia por motus propio y a medida que lo hacia mi corazón se sintió desintegrar... no podía comprender como mi niño pudo sufrir tanto a tan corta edad, y aunque él compartió conmigo todo aquello, desde su triste infancia, su madre, el maldito desgraciado que se aprovechó de la indefensión de un niño, la muerte de su madre biológica, su fobia a el contacto físico, la adopción de los Grey, su adolescencia, el alcohol y La Sr Robinson yo aún no me siento preparada para decirle mis verdades.

Soy una maldita cobarde.

—A mí también me gusta estar así — comento mientras acaricio su espalda y él se estremece un poco, beso su cabello repetidas veces mientras trazo círculos en ella, sé que tanto Amy como yo somos las únicas que tenemos el privilegio de poder tocar a Christian, pero mi corazón se estruja en mi pecho al darme cuenta que solo yo tengo el placer y el poder de hacerlo a este nivel tan íntimo, según él mi tacto es como la cura de sus cicatrices, siento como suspira llenándome el corazón de alegría. — y te amo mucho más.

—Nunca tendré suficiente de ti — habla mientras muerde uno de mis pezones que se encuentran nuevamente erguidos por la atención que él les brinda — eres mía... solo mía — me estremezco mientras succiona y muerde el pezón a su vez, yo me arqueo bajo su cuerpo, la necesidad de nuestros cuerpos crece cada vez... no logro entender cómo puede pasar, es como si mi cuerpo tuviera una especie de interruptor y solo él tuviera el poder de accionarlo, su necesidad de mí es el reflejo de la mía — dime que eres mía — demanda mientras traza círculos en mi clítoris con sus diestros dedos... empujo mi cadera hacia su mano queriendo tener un contacto más profundo — dímelo Ana... dímelo. — habla con sus dientes apretados.

Lo que menos quiero es hablar ¿Qué no lo entiende?, busco mas contacto queriendo que alivie mi necesidad, mi cuerpo esta que quema. Pero de repente aleja su mano y su boca de mí cuerpo causando que mi cuerpo entre en frustración, abro mis ojos encontrándolo a él poniéndose de píe, ¿Qué mierdas le pasa?

TÚ MI CURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora