Capítulo 24 [Miedo de perderte]

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POV. CHRISTIAN.

Intento procesar lo que me acaba de decir, pero simplemente sus palabras me dejan sin suelo... esto debe ser un mal chiste, una de sus tantas bromas loca y sin sentido, aunque eso me cabrearía mucho, anhelo que lo que acaba de salir de sus labios sea algo como eso, mis ojos se encuentran con los suyos y observo en ellos que esto no es un juego.

- ¿Q-qué? - mi voz sale envuelta en un susurro casi inaudible - creo que no te escuche bien - traga saliva de forma ruidosa, se pone encima de mí pecho, sus ojos se conectan con los míos puedo ver dolor, angustia y miedo en ellos - ¿Qué está pasando Anastasia? - pregunto temiendo que a su respuesta, sus ojos me transmiten el miedo que atisbo en ellos, mi piel se eriza en su totalidad invadiéndome de temor, sacude su cabeza mientras esquiva mi mirada, acaricio su pelo tratando de hallar un poco de calma para todos mis sentidos que se encuentran en descontrol, de repente empieza a sollozar y eso activa mis alarmas - Ana... mi amor ¿Qué pasa? - se lanza a mí boca con angustia, y desesperación, besa mis labios de forma violenta haciendo que nuestros dientes choquen, puedo saborear el sabor salado de su llanto... ¿Qué pasa?, al ver y ser el blanco de su arrebato retiro su rostro para que me deje verla sus mejillas bañadas en lágrimas hace que mi pecho duela no soporto verla así -háblame Ana... por favor - se cubre el rostro con sus pequeñas y frágiles manos, mi angustia crece al escuchar sus sollozos que son como gritos de terror - me estas asustando, cariño... por favor cálmate - trata de apaciguar su llanto pero en vano. Ya que este se vuelve más incontrolable que antes.

-Christian te amo... - su voz sale áspera y presa del llanto que desgarra su pecho, siento como en mi pecho se va formando poco a poco un vacío atroz, acaricia mi rostro con tristeza mientras que siento como su corazón galopa en su pecho de forma furiosa - te amo tanto, en verdad lo hago como nunca lo hice.

Verla en ese estado de indefensión, de vulnerabilidad hace de mí un hombre con miedo, me convierte en lo que tanto odie, de lo que quise escapar, su dolor lo siento mío, y lo que sea que esté pasando ahora quiero que me suceda a mí y no a ella... no quiero romperme como estoy a punto de hacerlo, en este momento su estado hace de mí un hombre vulnerable y débil como ella... no sé qué pasa, pero nunca a pesar de su sufrimiento a mi causa la había visto de esta manera, esta sufriendo es evidente, cada sollozo es agónico para ambos, ella suele ser tan fuerte, tan valiente que simplemente el verla de este modo me hace doler mi alma, y hace que mi corazón quiera echar andar fuera de mi pecho, ella ha sido y es mí cura, ahora siento que mi vida tiene un propósito más real, un propósito con corazón.

Se que ella es lo que estuve esperando, eso que me cambio la vida, ella es mi fuerza de voluntad, mi amor propio, ella es el amor de mi vida y desde que la tengo como debe ser, deseo, quiero y anhelo ser todo lo que ella quiera que sea, ya no me imagino una vida sin ella, ya no tengo opción... ella tampoco la tiene.

- ¿Qué está mal nena? - su llanto se vuelve más intenso - por favor Ana... necesito saber qué te pasa.

Niega con la cabeza en una lucha interna, cierra sus ojos con fuerza y desesperación, se aprieta más a mi cuerpo, sus sollozos no disminuyen incrementan con los minutos, me siento realmente perdido ¿Qué demonios le pasa? Me siento atado de manos y pies, ¿Por qué no solo termina con esta agonía? ¿Por qué no solo dice que es lo que le pasa? Ella se resguarda en mis brazos y pecho como si quisiera fundirse conmigo, acaricio su espalda de arriba abajo tratando de calmarla, si ella está bien yo lo estaré siempre ha sido de ese modo aun cuando no me daba cuenta, mientras acaricio su espalda el sentimiento de inutilidad me domina, me siento realmente inservible e impotente, no sé cómo la puedo ayudar, no sé qué le pasa... -estoy enferma - sus palabras se reproducen en mi cabeza una, otra y otra vez, incansablemente, produciéndome un escalofrió que se expande por mí columna vertebral el cual hace nacer en mi interior un sentimiento de agonía perpetua, verla así me llena de angustia y me hace inmensamente débil.

TÚ MI CURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora