Capítulo 32 |¿Que esta mal?

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(P.O.V — Christian)

Sigo con mi vista clavada en las puertas de la sala de urgencias, sintiendo que mi vida pende de un hilo. Un hilo que se tensa, se tensa demasiado y parece a punto de romperse. Tras esas puertas se encuentra la razón de mi existir, la razón de ser, la persona que me dio esperanzas, esas que con el pasar de los segundos se va extinguiendo dentro de mí al no tener noticias de ella. Los pensamientos pesimistas y negativos se agolpan en mi cerebro, dando paso a la maldita desesperanza, por primera vez me siento querido, amado y sobre todo protegido. Porque Ana, me ha protegido con su amor, su paciencia, su carácter terco, su deliberada personalidad, sus manías, su enorme corazón... ese que me entrego a mí, solo a mí. Soy un maldito afortunado, necesito que este bien, tiene que estar bien. Me llevo las manos al rostro y siento como mi corazón se acelera a cada momento; esto no se puede terminar aquí, no la puedo perder, no ahora que... salí de mis sombras, quienes fueron extinguidas por la luz que significa Anastasia en mi vida, ella acabo con el monstruo que creía ser. Ahora solo tengo una misión y esa es construir una vida junto a ella y hacerla feliz, retribuirle lo que ella ha hecho por mí.

Me recargo en la pared y observo de nueva cuenta aquellas puertas. Tras esas puertas esta esa mujer que me ama aun teniendo pleno conocimiento de mi oscuro pasado. Un escalofrió recorre mi columna vertebral al recordar como el doctor se subió a la camilla para hacerle reanimación, mientras los paramédicos ingresaban con ella a la zona de urgencias. Los gritos de aquel hombre y sus palabras me dejaron en el maldito infierno «La estamos perdiendo», aquello se quedó grabado en mi corazón a fuego. ¡No! ¡No! ¡No! Esto no puede acabarse de esta forma, necesitamos tiempo, necesitamos amarnos más, conocernos más, necesitamos compartir más, necesito que me ame más...necesito amarla más, adorarla más, sacudo mi cabeza tratando de sacar de ella los pensamientos pesimistas y negativos con referencia a Anastasia.

«Ella tiene que estar bien»

Rodeo mi cuerpo con mis brazos y me balanceo en mi sitio, sintiendo como el dolor se apodera de cada parte de mi cuerpo, siento el frio calando mis huesos y me estremezco ante ese hecho. En este momento más que rabia por lo que le hicieron a mi Ana, siento es temor a perderla de cualquier forma ¿y si no lo supera? ¿y si... no me deja tocarla? ¿ y si me rechaza? Dios, eso no puede suceder, de ninguna manera la dejare hundirse, no le permitiré alejarse de mi, no me importa lo que me cueste... pero ella saldrá de esto, ella es más fuerte que yo en muchos sentidos y lo ha demostrado, ahora solo falta que confirme que es mi Súper chica y salga de esta.

Con el característico nudo en la garganta cierro los ojos y trato de borrar las imágenes de tan terrorífica escena, ¿Cómo pudieron hacer aquello? ¿Y si hubiese tardado un poco más...? no puedo evitar la sensación de incertidumbre que recubre de nuevo mi ánimo maltrecho. Esa escena me perseguirá por quizás el resto de mi vida ¿y ella? ¿Qué hay de ella?

Trago grueso mientras fulmino por enésima vez a aquel guarda que han puesto a custodiar aquellas malditas puertas, «¿Por qué demonios no me dejan ingresar?», tomo asiento en frente de estas, el hombre se remueve inquieto y hasta incomodo ante mi mirada insistente.

«Bastardo»

—Señor Grey — giro mi cabeza y veo entrar a Taylor totalmente descompuesto, creo que ninguno somos los de antes. El pensamiento no es nada reconfortante, resulta ser aún más triste. No podemos perdonarnos esto... Ana tiene que estar bien — ¿Cómo esta ella?

Esa pregunta, esa maldita pregunta solo incrementa mi ansiedad por saber cómo esta, no tengo una puta idea de cómo esta, solo recuerdo las últimas palabras del maldito doctor «La estamos perdiendo», me recuesto en la maldita silla incomoda de plástico, es peor de como se ve. Es una maldita porquería. Trago grueso y carraspeo un poco.

TÚ MI CURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora