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Una parte de mí me dice que regrese, que no lo puedo dejarlo solo y llorando, pero otra parte me dice que es lo mejor para los dos. Soy un estúpido así que elijo la la segunda opción, alejándome de a poco del apartamento siento una horrible culpa llenar mi cuerpo, verlo llorar en mis brazos, me pidió que me quedara con él, pero no lo hice por temor, lo que hago no es normal en mí.

Sacando mi teléfono del bolsillo trasero, llamo a SeYeon para que me tenga preparado una deliciosa cena; siempre que estoy nervioso o triste como ahora, suelo comer mucho. Acomodando mejor las prendas de ropa en mi mano salgo del edifico sin parar, me  dirijo hacia casa, en menos de una semana las cosas cambiaron y no para bien.

Llegando al apartamento de SeYeon, esta me recibe con un beso en la boca y un abrazo, una deliciosa cena me espera , sentándome en el comedor y tomando un plato empiezo a tomar de todo lo que hay sobre la mesa, SeYeon se sienta frente mío, casi como si estuviéramos en una cita.

Mientras me reprendo en mis pensamientos empiezo a comer sin prestarle atención a otra cosa en este espacio, la comida está deliciosa pero no puedo disfrutarla como me gustaría.

—Necesito un lugar para mis padres — le digo mirándola fijo.

—Podrías traerlos aquí, no es muy grande el apartamento pero se pueden acomodar— me dice con una tierna sonrisa.

—¿Enserio?— sorprendido le pregunto.

—Claro, si quieres mañana vamos por ellos.

—No sé que haría sin ti— me inclino más en la mesa dándole un beso en los labios— gracias, gracias y muchas gracias.

Volviendo a mi lugar y con una sonrisa empiezo a comer con más ganas disfrutando de tal deliciosa cena.

...

El frío de la noche me envuelve el cuerpo en una tranquilidad absoluta, la noche todavía en joven así que con TaeHyung caminamos hacia un salón de belleza cercano, los dos queremos cambiarnos el color de cabello, que la verdad si lo necesitamos, esto que está haciendo él por mí se lo pagaré algún día.

—¿Ya sabes de qué color lo quieres? —le pregunto más que feliz.

—Creo que naranja— me responde pensativo —¿y tú?

— Estaba pensando en negro — soy abruptamente interrumpido.

— No, claro que no, querrán violarte con ese color, te ves más pasiva de lo que eres.

—O rojo. 

Detuvimos nuestra charla por haber llegado al lugar, a pesar de la hora hay bastante gente y se puede ver desde afuera que es lujoso. Entrando nos sentamos en un largo sillón negro que se encuentra contra una pared, el humo que sale de los cabellos es impresionante; casi como si lo estuvieran quemando literal, gente sale y entra pero todo es organizado, no hay estilistas por allí y por allá desesperados corriendo .

—Bienvenidos ¿en qué les puedo ayudar?— Levantamos la cabeza encontrándonos con una cara bastante conocida por mí.

— Oh JiMin y TaeHyung que milagro de verlos — dice fingiendo una sonrisa amable.

— Hola Xiumin— mi amigo y yo decimos al mismo tiempo .

—Necesitamos un nuevo estilo— dice mi amigo.

La verdad el hambiente es bastante incómodo, Xiumin fue mi novio;  después de terminar el odio es mutuo, rogué por no verlo más pero mira, ahora estamos de nuevo viéndonos la cara.

—Los dejo con ellos dos— nos señala a dos chicos.

Antes que irse me da una mirada de odio, yo se la devuelvo para volver mi vista a lo mio e ir donde los chicos bonitos, se nos acercan separándonos.
El salón es bastante grande pero no nos dejan juntos. Por petición del chico detrás mío me quito el abrigo quedando en una camisa un poco pequeña; que vergüenza.

El chico del Esgrima (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora