Capítulo 46

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Me despierto en la mañana con una llamada de SeYeon, no quiero pelear ahora así que las ignoro; más aún cuando veo el cuerpo de JiMin abrazado al mío.

Cuando no logro dormir de nuevo atiendo la llamada con algo de enojo.
A medida que me van diciendo me voy levantando de la cama con rapidez, busco mi ropa en el suelo para luego colocarmela. Por mucho que me hubiese gustado desayunar y compartir un baño con JiMin, no puedo.

Me guardo el teléfono en el bolsillo para correr hacia la puerta principal, sin embargo me devuelvo por un tonto impulso; llego hasta la habitación y dejo un beso en la frente de JiMin.

...

Me levanto con un maldito dolor de espalda que me pone de mal genio de una vez, lo que termina de completar la situación es no encontrar a JungKook por ningún lado. Justo cuando me intenta dar un ataque de nervios me meto a darme un baño con agua caliente.

Sabía que esto sería así, lo que él sentía sólo era curiosidad por estar con un hombre, encontró al más idiota.
Salgo del baño más relajado provocando que disminuya el dolor, me seco el cuerpo con la toalla y luego me visto con un pantalón abrigado, un suéter negro y por último mi abrigo de igual color.

Queriendo averiguar la hora enciendo mi teléfono; si no estuviese sentado, estaría en el suelo, Shownu me ha llamada MUCHAS veces, los mensajes no son menos y buenos.

Suena el timbre y soy tan estúpido que pido que ojalá sea JungKook. Abro la puerta despacio pero ésta es abierta con fuerza.

—¿Con quién estabas?— me dice amenazante Shownu —¡No contestabas!

—Estaba muy cansado.

—Cansado te dejaré después de lo que te voy a hacer— se acerca y por primera vez, yo retrocedo.

—Me tengo que ir.

Me arrepiento de hacer hablado, se abalanza hacia mí y me coloca su antebrazo en mi cuello, luego su pistola apuntando mi cabeza; al menos tuve sexo con JungKook.

—No dejé varias cosas para no tenerte JiMin— cualquier movimiento en falso y estoy muerto.

Me mira pero no me suelta, me empieza a besar el rostro hasta bajar a mis piernas; pero ya sin un rastro de ropa. Sin importarle el lugar me folla ahí mismo; él sacando toda su furia y yo fingiendo placer.

...

—Te estaré vigilando precioso— me besa los labios, cuando me deja libre salgo con prisa al interior de la cafetería.

—Hola TaeHyung— lo saludo al pasar por la cocina.

—Hola JiMin.

Me cambio para ponerme de una vez a trabajar, haré de cuenta que no conozco a nadie y responderé lo necesario; no quiero tener un disparo incrustado en mi cabeza aquí.

El día se pasa con rapidez por la falta de clientes gracias a la nieve. Estando a punto de cerrar dejo de pensar en JungKook porque entra. Lo ignoro y tomo mi abrigo para salir del lugar, aunque él me detiene del brazo.

—Siento la necesidad de explicarte todo— su rostro emana estrés.

—Me tengo que ir— no quiero mostrarle mi nerviosismo.

—Vámonos a tu apartamento— como me gustaría que fuera así, tiene muchas cosas que aclararme.

—No JungKook— me niego a su propuesta tanto como a sus labios.

—¿Qué pasa?— me toma el rostro entre sus manos haciendo que en mis ojos se acumulen lágrimas.

—No quiero estar contigo— me suelta de a poco.

Con fuerza junta sus labios con los míos, estoy corriendo peligro pero no puedo evitarlo. Necesitado me aferro a sus hombros y él a mi cintura; casi que abrazando mi cuerpo. Juego con su lengua y me gustaría tener más, le dejo que aferre sus dientes en mi labio inferior; tal vez este sea nuestro último recuerdo.

El chico del Esgrima (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora