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Separan a las personas con la cinta pidiendo prudencia, los bomberos intentan a pagar el fuego, la ambulancia espera sobrevivientes. Mi corazón palpita con más fuerza, siento las lágrimas salir sin parar.

Paso la cinta dispuesto a entrar a la casa, un policía me detiene:

—Atrás, se va donde están los demás.

—¡Me importa una mierda! ¡Mis padres deben estar dentro!

—No puede entrar.

—¡Mamá! ¡Papá!— grito con desespero.

Quiero entrar pero no me lo permiten; intento soltarme del agarre de ellos pero es inútil. Esto debe ser una maldita pesadilla, quiero despertar ya si lo es.

...

—JiMin, queremos eso— me piden Seyeon y MinJu.

—No, nos vamos ya.

Maldigo la hora en que las dejé que me convencieran de salir al parque; comimos pizza y después helado, pero no se conforman con eso.

Entrando al auto me doy cuenta que se han enojado, por parte de mi sobrina está que a punto de hacer un berrinche.

...

—No, no más por favor— ruego con un llanto fingido.

Cuando intenté hacer una torta empezaron a tirarme los ingrediente en todo el cuerpo; así empezó una guerra de comida. Hasta hora que estamos hechos un desastre.

Intentan acercarme para echarme más harina pero mi teléfono interrumpe sus intenciones; me alegro y voy por el; es un número desconocido.

"Aló."

"¿JiMin?"

"¿Con quién hablo?"

"JungKook."

"¿Cómo tienes mi número?"

"Eso, eso no importa, estoy en el Hospital."

Me quito la ropa sucia y me cambio rápido, ellas intentan preguntarme qué sucedió, pero no les digo nada y salgo rápido.

El chico del Esgrima (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora