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Acostado en mi cama me desato de la furia propagando golpear a lo que sea que se atraviese; no fue capaz de preguntarme, simplemente le dio igual y se fue.
Mis manos tiemblan sin control, mis nudillos empiezan a sangrar; sólo me queda llorar, a mí me gustó primero, yo le ayudé no ella.

—¡MALDITA SEA!— un grito desgarrador.

Me levanto botando las mantas al suelo al igual que la ropa, después entro a la regadera para poder relajarme un poco de todo lo sucedido: no sólo fue lo de JungKook, sino también que Yoona decidió llevarse a MinJu a otro país sin nisiquiera poder despedirme.

Después de terminar la ducha me tomo un calmante; estoy mejor, no de los mejor ánimos pero por lo menos no estoy llorando. Con necesidad de llamar a alguien le marco a mi amigo:

"TaeHyung."

"Hola JiMin."

"¿Estás libre?"

"Si, sabes como es SeokJin."

"Te espero en el apartamento."

"¿Y tu jefe NamJoon?"

"No es mi jefe, ven rápido."

Dejo mi teléfono encima de la mesa de centro, voy a la cocina para preparar unos sándwiches junto con Coca-Cola. Mi mejor amigo no vive más de dos cuadras de aquí así que espero que llegue pronto.

Me siento en el sillón y enciendo la televisión, sin embargo me toca levantarme cuando escucho que golpean en la puerta.

—Traje un postre— dice TaeHyung con entusiasmo.

—¿ SeokJin lo hizo?

—Claro que si, es de fresa.

Lo guio hasta los sillones, me siento al lado suyo, le paso su comida con un vaso de cocacola haciendo lo mismo para mí, pero excluyendo que nadie me la pasó.

— Tienes los ojos chinchados , ¿Qué te pasó bebé?

—Es algo estúpido no me prestes atención.

—Claro que no, quiero saber qué te pasó— dice preocupado— hace tiempo no te veía así.

—¿Recuerdas del chico de la cafetería?

—Obvio.
—¿Qué pasó, por fin hablaste con él?

— Hasta se quedó a dormir conmigo — digo con una triste sonrisa.

—¿Juntos?— la sorpresa es notable en su rostro— ¿Dónde queda YoonGi?

—Si.

Con su linda sonrisa empieza a saltar en su puesto haciendo regar un poco de su gaseosa, pero se retracta.

—Creo que no debería celebrar.

—Para nada.

—Eso me dolió hasta a mí.

—¿Recuerdas a mi mejor amiga?

— Como olvidarla esa perr...Persona, me cae súper mal— suelta un suspiro.

—También me cae mal.

—Tuvo que pasar algo malo, tú la amas.

—Ahora la odio.

—¿Qué pasó con ella y tu chico?—dice como si fuera cosa de todos los días.

—Son novios.

Veo como se atraganta con su sándwich; una tímida sonrisa se asoma en mis labios, es tan exagerado, en verdad adoro a mi amigo, él si merece que lo amen.

—¿Q-qué, no hablas enserio verdad?

—¿Mis estado te miente?— me señalo de arriba abajo.

—Uff amigo, la verdad eso no me lo esperaba.

—Yo menos.

—Eso es ser una maldita ¿tomaste de nuevo esas pastillas? — parece que lo afirmara más que una pregunta.

—Sip.

— Lo sabía, esa porquería siempre te deja así— le da un gran mordisco a su comida — ¿Quién te lo dijo?

—Ella.

—Al menos tuvo el valor, pero yo la mato—. Claro que yo también lo haría; no dudaría ni un segundo en hacerlo, a Jungkook lo torturaría pero tampoco le puedo hacer tanto daño.

—Mira, trae tus cosas, nos vamos.

—¿A dónde?

—Tú sólo has caso.

...

Mi amigo toma la decisión planchar mi cabello, aplicar crema para hidratar mi desastrosa piel -así dijo él-
Un poco de corrector de ojeras, sombras de color durazno y por último un bálsamo labial.

—Ya estas perfecto.

—Ahora si salgamos— digo con más ánimo al verme al espejo.

—Creo que sólo necesitabas una dosis de Kim TaeHyung— nos reímos—.Vamos a ir a cenar y después a comprar.

—TaeHyung pero no tengo dinero ahora.

—Yo menos, pero para eso existen las tarjetas de crédito.

—No tengo.

—Yo si, vámonos mejor— con alegría me toma de la mano —hay que olvidar malos hombres y traiciones.

...

—¿Entonces sólo te dijo eso?— pregunta de nuevo SeYeon.

—Si, me dijo vete y ya.

—Es normal, JiMin a veces es muy extraño.

—Sólo hay que esperar que se le pase.

Quito mi cabeza de las piernas de mi novia, me levanto y de paso la ayudo a ella. En estos momentos estamos en un parque, ella quiso salir así que le di gusto . Le doy un beso en los labios para empezar a caminar sin rumbo.

—¿No crees qué es un lindo día?— pregunta ella.

—La verdad me parece muy raro.

—Mira, vamos allí— señala una tienda de maquillaje.

Esperamos que un auto pasara para cruzar a la otra acera; una tienda de dos pisos de maquillaje nos espera.

—Me compraré un par de cosas.

Me dejo llevar por ella porque en realidad mi mente está bloqueada en otra persona. De un restaurante cercano va saliendo JiMin con un chico, pero la verdad si no fuera porque lo vi hace unas horas no lo reconocería, se ve muy bien.

—Se ve diferente.

—¿Quién Kookie?

—Tu amigo— lo señalo.

— ¡Woo!

Se ve muy lindo...

El chico del Esgrima (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora