Capítulo 45

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Cuando JiMin se negó a que estrenaramos el sofá, partimos rumbo hacia su apartamento en un taxi; no nos importó la presencia del conductor y nos besamos unas cuantas veces.

—Espérame en la habitación— me dice JiMin entrando al baño.

Le hago caso y descargo mis cosas en el sofá, entro a la habitación empezando a quitarme la ropa por completo; mi miembro casi que erecto espera ansioso a JiMin.
A penas alcanzo a sentarme y recostar  mi espalda contra la pared cuando él abre la puerta.

Me paso la lengua por los labios y paso saliva con pesadez; JiMin se queda en el marco de la puerta mirándome con una sonrisa, cuando se da vuelta, mi pene reclama eso.
Lo veo como cuando lo descubrí por error, pero ésta vez no lleva nada arriba, simplemente ese boxer que apreta su culo.

 Lo veo como cuando lo descubrí por error, pero ésta vez no lleva nada arriba, simplemente ese boxer que apreta su culo

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— Ven aquí ahora.

Echa su cabello negro hacia atrás.para luego empezar a caminar de una manera muy sensual hacia mí. Se sube a la cama y gatea hasta que sus labios rozan los míos.

—Me encanta esto— llevo las manos hasta su culo y lo apreto entre mis manos.

Me besa con ganas, sus labios se encargan de besar mi labio inferior, mientras que yo me deleito con el superior de él. Tomo sus piernas atrayendo su cuerpo hasta que está encima de mi regazo.

—Perdóname— le digo entre besos.

—Follame JungKook— se acuesta dejándome la vista de su miembro erecto mojando la tela, pero no me interesa tanto, así que tomo su cadera dándole vuelta.

—Ésta es mi primera vez con un hombre JiMin.

—Cállate y hazlo.

Por supuesto que me calla, empieza a levantar su culo provocándome.
Esto lo haré como una experiencia nueva, no simularé que es una mujer, porque no así, haré mi mayor esfuerzo.

Miro de su nuca, la curva de su espalda, los hoyuelos y por último su atrayente culo. Me acerco siendo algo inevitable, beso sus nalgas regalando antes unos mordiscos suaves.

Con pesar voy bajando ese boxer que tanto me ha gustado en él. Al quitarlo por completo veo como sus nalgas rebotan y suelta un suave gemido.

JiMin desprende un olor a manzana verde, es delicioso pero por mucho que quiera enterrar mi rostro en su culo, no lo haré porque aquí he venido a algo en concreto.

Alzo una pierna hasta la altura de cadera, una pequeña parte de su entrada queda a la vista.

—Lubricante— levanta un poco su rostro y me señala a un cajón.

Me levanto para abrir el cajón y buscar un tarro de lubricante, lo tomo pero me quedo durante unos segundos ahí aprovechado la grandiosa vista que me ofrece JiMin:
Largas piernas color canela, un trasero que me quiero recibir, una cintura preciosa y delgada.

—Ven aquí— me dice en un chillido.

Me arrodillo sobre la cama detrás de él, abro el frasco y echo un poco de contenido en mi pene, luego a su culo; lo quiero resbaladizo, por último con mis dos dedos los acerco a su entrada estrecha y rosada.

—¿Listo?

—S-si.

Con un poco de delicadeza los meto hasta que JiMin de queda quieto, los saco y vuelvo a meter de nuevo. No soporto esto, los saco por completo provocando de que él gima. Sin más coloco la cabeza roja de mi pene en su entrada; se abre paso al igual que mi miembro por completo.

—Ah si.

Esto no es igual que tener sexo con SeYeon, esto es algo muy distinto de lo cual nunca pensé encontrar placer.

Me empiezo a mover despacio, con una mano separando sus nalgas y la otra como apoyo a un lado de su cabeza.

—Quiero verte JiMin— le pido en un jadeo, me hace caso y de quita el cabello del rostro.

Ahora si empiezo a moverme más rápido, veo como pene entra y sale de su bonito culo brillante y resbaladizo, pero también la expresión en su rostro. Con su boca abierta soltando gemidos provoca que la saliva se resbale por fuera; extrañamente muy erótico de su parte.

Para mayor placer, me acuesto de lado llevando conmigo a JiMin en misma posición; acomodo una pierna encima de la mía quedando él con las piernas abiertas y recibiendo placer de mi mano y pene.

—Ah JungKook ah...

Soñaré con su rostro excitado por el resto de mi vida.

Su estrecha cavidad me recibe tan bueno que no quiero terminar esto. Muevo más rápido mi mano buscando su placer pero también el mío.
Cierro los ojos siendo consciente de todas las sensaciones.

—Ju-JungKook— me encanta de sobremanera como su voz en medio del éxtasis dice mi nombre.

Sensaciones y emociones estoy empezando a sentir diferentes, no es el sexo, es algo más.

Gime más alto cuando se viene en mi mano, busca mis labios y gustosos lo reciben mientras lo penetro con más fuerza. Puede ser algo sucio pero mi mano la paso por su estómago hasta llegar a sus tetillas, mi parte favorita.

—Ah— me es inevitable con jadear e incluso gemir.

Siento los espasmos y lleno su interior por mi semen; lo saco para ver como después de un segundo sale de su interior desplazándose por sus muslos y luego cama.

Agitados nos separamos un poco para calmarnos. Sin embargo mis labios buscan los suyos con insistencia, quiero besarlo hasta perder la cabeza y tenerlo a mi lado hasta que él no quiera más.

Con unas pocas horas para dormir lo hacemos los dos juntos.

El chico del Esgrima (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora