El chico del Esgrima (Kookmin)

Capítulo 33

—¿Ya te contactaste con JiMin?— Dice SeokJin cuando TaeHyung entra a la cocina.

—No, estoy muy preocupado— me quedo quieto— ya hablé con NamJoon, pero  me dice que el dueño no deja que vea la cámara de seguridad.

Como llego me voy; en completo silencio. Estaba haciendo un poco de limpieza en el lugar, cuando los escuché hablar me fue difícil no quedarme.
Me quedo esperando en la registradora a los clientes, sin embargo mis pensamientos están en otra parte. El hecho de que TaeHyung esté preocupado por su amigo, es algo que no se ve todos los días.

Me gustaría hacer muchas preguntas al respecto, pero sé que es inútil porque nadie me va a decir nada.

Recibo el dinero que me dan y las nuevas órdenes; todo en calma hasta que por un impulso pienso en llamarlo. Despido a los clientes con un gracias y luego saco mi teléfono; uno, tres tonos hasta que me manda al correo de voz.

Entra NamJoon sin saludar directo hacia la cocina; supongo que mi opinión no se tendrá en cuenta, me quedo callado.

—JungKook, tienes que cerrar— me lanza las llaves y salen los tres con prisa. Si hubiese tenido otro tipo de actitud hacia JiMin, estoy seguro que estaría justo ahora con ellos.

Me quedo en trance al pensar en lo que está pasando; dos días y ya se está volviendo un caos que JiMin no aparezca.
Me retracto de mis pensamientos y pienso en mi novia; la única por la que me tengo que preocupar, no por él.

...

Despierto con un terrible dolor de cabeza, siento como todo a mi alrededor da vueltas. No reconozco para nada el lugar, cierro los ojos y los vuelvo abrir, miro a mi alredero sólo viendo un habitación vacía y un hombre viéndome.

Me agito cuando viene hacia mí, con mis manos atadas no puedo hacer absolutamente nada. Únicamente veo como toma mi mentón con fuerza, su cara está cubierta, sus ojos me miran con atención.

—Lástima que no sea gay, o si no te follaría ahora mismo— se ríe de un a manera extraña, pero no me inmuto.

—Dime ¿dónde está la caleta?— para de reír abruptamente.

—N-no tengo la menor id— antes de seguir hablando me golpea el rostro.

—¡Dime!

—Soy nuevo.

—¡Maldición!— golpea la pared con su puños.

Saca un teléfono y empieza a hablar con alguien; me mira y vuelve a repetir lo que dice. No iban por mí sino por Nmajoon. Cuelga la llamada, listo para irse, pero no sin antes dar una patada en mi rostro; caigo hacia atrás.

Cierra la puerta y me quedo adolorido por el golpe; de mi nariz siento como empieza a salir la sangre.

—¡Por supuesto que no es él gran estúpido!

Entra un hombre alto y músculo; si el otro me daba miedo, este me aterra. Se acerca tomando mi rostro con una mano, me mira sin ninguna expresión en el rostro.

—Park JiMin— abro mis ojos a tope, este bastardo musculoso cómo sabe mi nombre.

Toma mi cabello con fuerza quedando mi cabeza hacia atrás y dejando mi cuello expuesto: lo besa pero me siento extraño y malditamente sorprendido. Me remuevo fastidiado logrando que saque su cabeza de mi cuello.

—Te dejaré ir precioso— me tira más el cabello—Pero me debes prometer que no dirás nada— sus labios están muy cerca de los míos.

—¡Prometemelo!

—S-si.

—No te dejaría ir, pero tengo asuntos que resolver— me guiña un ojo, que tipo tan coqueto.

—No le hagas daño— logro decirle.

—Lo pensaré bebé— se va dejándome con la incertidumbre.

...

Lo primero de lo que soy consiente es que me duele todo, luego que hace frío y estoy botado en algún lugar más desconocido; por último es que no recuerdo nada.

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Gracias por leer. <3