2- ¡Sorpresa!

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Al día siguiente entré en la oficina decidida a hablar con mi jefe.

Intentaré por todos los medios que me dé esos días, si tengo que zorrearle y aprovechar que le gusto pues lo haré.

Alberto es muy guapo, es uno de esos tipos que con sólo mirarle hace que te falte la respiración. Está buenísimo de verdad peeero...
es más joven que yo y a mí nunca me han gustado los hombres más jóvenes.

Yo encuentro más atractivos a los hombres que me sacan unos años, no lo puedo evitar. Mis amigas no me entienden y dicen que, sabiendo que yo le atraigo, como no me lo he tirado ya.

Pero yo no puedo, le miro y le veo como si fuera mi hijo y eso que sólo le saco 10 años, además tenemos bastante confianza; no sé cómo lo voy a hacer, la verdad.

Y con éstos pensamientos llego hasta la puerta de su despacho, llamo a la puerta y entro sin esperar su permiso: soy su asistente personal y sólo yo tengo el privilegio de hacerlo, a no ser que él me diga lo contrario.

-Buenos días Alberto -digo al mismo tiempo que cierro la puerta.
- Buenos días Sonia, ¿Qué haces aquí tan temprano?  Hoy no teníamos que vernos hasta las diez, ¿hay algún problema?

-Sí, lo sé. No, no hay ningún problema es que necesito hablar contigo de algo.

- Bien pues dime, ¿qué te pasa?
-Verás - dije al tiempo que me sentaba y subía un poco mi falda a la vez.
-Necesito pedirte un favor -dije con voz sugerente, o al menos un intento de ser sugerente, me sentía patética.

Alberto, alzó las cejas al darse cuenta de lo que estaba pasando y un destello maligno pasó rápidamente por sus ojos.

-¿Quieres que nos sentemos en el sillón?- ofreció coqueto.

Me sorprendió ver el cambio en él, pero decidí aprovecharlo.
-Vale, así estaremos más cómodos. -
Contesté levantándome de la silla.

En ese momento y sin llamar, entró la odiosa de su secretaria.
-¡Oh lo siento! No sabía que estabas ocupado - dijo mirándome con una sonrisa tan falsa como sus tetas.

-No te preocupes Fanny, pero la próxima vez te agradecería que llamaras antes de entrar - dijo Alberto con un tono un poco seco.

-Haz el favor de salir y que no nos moleste nadie hasta que salga la señorita Sánchez -ordenó enseguida.

-¿Señorita? - Preguntó sorprendida y aguantando una carcajada.
-¡Haz el favor y sal de aquí de una vez!- Le gritó Alberto al verme enrojecer.

Cuando se fue, él se volvió a mirarme y arrodillándose ante mí, cogió mis manos y me dijo:
- No le hagas ni caso, ya quisieran ella y sus 25 años tener una mínima parte de tu belleza natural.

-Tiene razón al reirse por lo de señorita, tengo la edad suficiente para ser una señora. - Dije mientras una lágrima rebelde escapaba por mi mejilla

-Nada, nada. Sabes que en cuanto tú quieras me tienes a tus pies, a mí y a cualquier hombre con ojos en la cara.

-Y bueno, ¿me puedes decir por qué venías dispuesta a seducirme? - Preguntó al tiempo que alzaba una ceja.

Mierda, ¿y ahora qué?
-Ehhhh, uhhmm - balbuceé sin saber que decir y roja como un tomate.

- Debe ser por algo importante, cuando has sacado todas tus armas - dijo con una sonrisa, evidentemente pasándolo en grande con el mal rato que estaba pasando yo.

-¡Ufff!  ¡Lo siento! No debí hacerlo pero sí, necesito pedirte algo... Contesté muy avergonzaba

-¿Y no tienes la suficiente confianza conmigo como para pedirme las cosas sin éstos trucos?  Y que conste que no me quejo, sabes que estaría más que dispuesto a acostarme contigo en cualquier momento pero sé que tú no eres así. - me reprochó

Y tenía razón, así que se lo dije sin rodeos:
-Necesito unos días de vacaciones para dentro de dos semanas- dije mirándolo a los ojos.

-¿Y por unos días de vacaciones estabas dispuesta a acostarte conmigo? - Preguntó sorprendido
-Si lo llego a saber te lo hubiera ofrecido hace años -murmuró.

-¡oyee! - Le dije al tiempo que le daba un puñetazo en el brazo
-No me iba a acostar contigo, sólo iba a calentarte un poco y ya está - dije muerta de la vergüenza.

La verdad es que teníamos muy buena relación, podría haberme acostado con él hace mucho y hubiéramos seguido siendo amigos. Pero yo no era así, yo era de las tontas antiguas que necesita estar enamorada para tener sexo con alguien.

-Tendrás tus días, no te preocupes. Pero si quieres puedes seguir con tus planes... yo me dejo, sabes que soy fácil- dijo poniendo su cabeza en mi regazo aprovechando que seguía de rodillas frente a mí.

-¡NO! ¡Quita de aquí! - Le dije al tiempo que me levantaba.
-¿Por qué no le echas tus redes a Fanny? Sabes que estaría más que dispuesta - Pregunté riendo.

Puso cara de horror.

-¡NO por dios!- Dijo fingiendo un escalofrío.
-¡Eres un exagerado! Un apaño te podría hacer - me carcajeé

-Bueno, ¿me vas a decir por qué necesitas esos días con tanta urgencia?- Preguntó curioso

-Vienen a España los actores de la serie favorita de Míriam y, por supuesto, que quiere ir a verlos.
Claro que los veremos de lejos porque entrar al lugar del encuentro con los fans será imposible. Irán miles de personas.- Dije mientras me dirigía a la puerta.

-¿Y cuál serie es?- Preguntó
-The Walking Dead -
-Espera un momento... -Dijo a la vez que iba hacia su mesa y trasteaba en sus cajones.

-¡SORPRESA! -Gritó moviendo unos papeles en su mano.
-¿Qué es eso?- Pregunté.

-Sabes que mi pequeña empresa forma parte de una mucho más grande a nivel nacional - empezó a contarme misterioso.

-Y que esa gran empresa tiene múltiples intereses entre otros, es una de las patrocinadoras del canal que emite la serie en España - habló con una gran sonrisa

-¿Y?-Pregunté sin comprender
-Tengo pases VIP - dijo tranquilamente.

-¿¿QUÉ?? - Grité -¿desde cuando tienes eso? ¿Cómo no me lo habías dicho nunca? ¿Cuántos pases tienes? - Todo eso salió en plan metralleta de mi boca

-Tranquila chica, jajaja - dijo mientras reía.
-Llegaron ayer, pensé que lo sabías ya que tu hija es hipermegafan de esa serie y hay exactamente dos pases
VIP- contestó mirándome con diversión.

-¿me las vas a regalar?- Pregunté cauta. -¿o quieres algo a cambio? -Dije mirándolo fijamente.

-¿Serías capaz de acostarte conmigo por unos pases? - Preguntó serio.

-No, pero a lo mejor te podría dar un beso - dije con gracia.

-Te las regalo, el día que me beses quiero que sea porque de verdad te apetece hacerlo - declaró mirándome fijamente.

-Pues te juro que ahora mismo te besaba con muchísimo gusto -exclamé contenta al tiempo que cogía los pases.

-Míriam no tiene ni idea de la excelente madre que tiene -señaló admirado. -No a muchas madres les importaría tanto que sus hijos conocieran a sus ídolos -

-Vamos, que ya es la hora de nuestra reunión - dije contenta agarrando su brazo para salir.

A Míriam la iba a dar un infarto cuando se lo dijera. Hasta yo estaba emocionada con el asunto y sólo había visto episodios sueltos de la serie, pero no todos los días se tiene la oportunidad de conocer a unos actores famosos y conocidos en todo el mundo.

**************

*Bueno, pues como parece que os ha gustado aquí tenéis el capítulo dos. No sé hasta donde llegará ésto ni cuando actualizaré, depende de la inspiración que tenga. De momento tengo como para seis o siete capítulos más.

Arriba tenéis la foto de Alberto, interpretado por el guapísimo Matt Bommer. Ojalá mi jefe fuera mínimamente parecido a él, pero no.

Acordaos de darle a la estrellita, besitos 😘😘😘😘

Despertando De Un Sueño ||Norman Reedus||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora