Quedaban dos semanas para irme. Ya tenía casi todo preparado, Míriam iría con su padre hasta que empezara la universidad, Fanny sabía todo lo que había que saber sobre ser asistente personal y habíamos encontrado una secretaria muy competente.
Con Alberto iba a ser más difícil arreglarme. Estaba enfadada con él, teníamos un acuerdo y él lo violó. Seguía empeñado en que podría enamorarme y ya no sabía como decirle que no.
No sé por qué se me ocurrió tener éste tipo de acuerdo con él precisamente, debía haber buscado algún tipo desconocido y no haber repetido, si mi único objetivo era olvidar a Norman.
Cosa que claramente, no había conseguido. Y ahora que sabía que me iba a encontrar con él, lo tenía constantemente en mi cabeza.
Tenía claro que no iba a tener nada con Norman, principalmente porque tenía novia e iba a tener un hijo con ella.
Pero quería saber por qué me había engañado. Por qué, si sólo fue sexo, se empeñó en convencerme de que no. Por qué, cuando yo le dije que siguiera con su vida, se hizo el ofendido.
No lo entendía, si yo le había dicho que no se preocupara, que sabía cómo estaban las cosas. Me engañó intentando que pareciera otra cosa. Y necesito una explicación.
Porque enamorarme fue culpa mía pero cambiar la idea que yo tenía de las cosas y hacerme creer que podíamos tener algo más en un futuro, eso fue culpa sólo suya.
Me hizo subir al cielo, para luego soltarme sin ningún tipo de remordimiento.
Y necesitaba saber por qué. Solo eso.
No pretendía tener ningún tipo de relación con él que no fuese profesional y, por eso, sólo había hablado con Nicotero. Él me puso en contacto con Robert Kirkman, Scott Gimple, Frank Darabont y Gale Anne Hurd que eran los productores principales de la serie y acordé una reunión con ellos para el día siguiente de mi llegada allí.
Greg también me buscó un sitio para vivir en la pequeña ciudad, ya que iba a tener que estar mucho tiempo con todo el cast para conocerlos bien y saber que era lo que mejor le venía a cada uno.
¡Ufff! Entrevistas personales con cada uno, iba a ser difícil.
Cuando quise darme cuenta faltaba un día para irme. Mis amigos me habían organizado una fiesta de despedida con todos mis conocidos.
Estaba mi familia, mi ex y su embarazadísima mujer incluidos. Mis compañeros de oficina si, Fanny también; como habíamos tenido mucha relación las últimas semanas habíamos hablado mucho y me enteré del por qué de su odio hacia mí. Eran celos, estaba enamorada de Alberto y él sólo tenía ojos para mí.
Después de convencerla de que él y yo no estábamos juntos, empezó a cambiar su actitud.
Y Alberto. Allí estaba mirándome.
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