Epílogo

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Intentaba seguir en silencio escondida en mi rincón, las lágrimas no dejaban de caer por causa de las palabras que Norman estaba pronunciando sin saber que yo le escuchaba.

-¿Sabes que desde que ví tus preciosos ojos no pienso en otra cosa? - Susurraba mientras la besaba suavemente.

-Me tienes loco bebé. Me has enamorado sin remedio. -Continuó sin darse cuenta de que estaba detrás suyo, ella si me vió y sonrió de lado.

Él se giró asustado cuando se percató de mi presencia.

-¿Qué haces Norman?. - Pregunté intentando guardar la compostura.

Él se sonrojó sabiendo que lo había pillado in fraganti.

-Ehhhh... No es lo que parece cariño. -Dijo sin dejar de abrazar a Emma.
-Y si no es lo que parece... ¿Por qué la sigues tocando? -Siseé.

-Amor, estaba llorando mucho y sabes que no soporto oírla llorar

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-Amor, estaba llorando mucho y sabes que no soporto oírla llorar. Mi bebita hermosa no debe llorar nunca. -Dijo mientras la apretaba contra él.

-¡Claro! Y luego, cuando tú no estés, seré yo la mala madre que la deje llorar en la cuna.- Continué hablando mientras la tomaba de sus brazos.

Entonces sí que empezó a protestar, no sé que clase de embrujo es el que usa Norman con las mujeres pero también afecta a las niñas de tres meses.

La puse en su cuna y se me quedó mirando con sus preciosos ojos azules y su hermosa sonrisa.

-¿Tienes tiempo para mí? -Murmuró Norman besando mi cuello mientras me abrazaba.

-Van a venir Jeff y Hilarie en veinte minutos. -Dije cerrando los ojos.
-Puedo ser muy rápido. -Habló al tiempo que colaba sus manos por debajo de mi ropa.

-Sí, es lo que tiene la edad. -Nos sobresaltó la voz de Jeffrey entrando en el cuarto.

-¡Joder tío! ¿No sabes llamar? -Protestó Norman.

-Me encontré con vuestros hijos en la puerta y nos abrieron. Además, es el cuarto del bebé... ¿No os da vergüenza? ¿Traumatizar así a vuestra pequeña? Sois como monos en celo. -Fingió estar escandalizado.

-Cómo si tú y Hil no estuvierais igual. -Reí.
-Hilarie y yo estamos recuperando el tiempo perdido corazón. Es normal, lo vuestro ya es enfermizo. - Dijo serio.

-¿Dónde está mi pequeño Gus? Rezo todos los días para que se parezca a su madre. -Dije mirándolo mal.

-En la cocina con su madre y sus tíos. -Señaló Jeff riendo.

Si, Jeff lo consiguió. Se ganó el amor de Hilarie y su confianza y llevan juntos varios meses. Da gusto verlos juntos, irradian amor por los cuatro costados.

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Despertando De Un Sueño ||Norman Reedus||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora