Tenía ya todo preparado para irme, Norman hacía una hora que había ido a buscar a Diane a Atlanta y yo esperaba a que llegara Jeff.
Sonó el timbre y me acerqué a abrir la puerta. -Hola Jeff, voy a por mi bolso y nos vamos. - Dije al tiempo que abría la puerta.
Él tiró de mi brazo y me dió un beso, yo me revolví en sus brazos y le solté un tortazo.
-¿Se puede saber qué coño haces? -Grité enfadada. -Cariño, te daba los buenos días - dijo sobandose la cara.
-Pues limítate a decirlo y ya está, la próxima vez no será una torta lo que te lleves - avisé furiosa.
-Cielo estás muy alterada ¿Tienes falta de sexo quizás? Porque podemos solucionarlo ahora mismo si te parece. - Preguntó.
Si tú supieras...
-No, no necesito nada de ti, salvo que me lleves a casa de Andy. Y basta ya de insinuaciones, por favor. Me haces sentir incómoda. - Le pedí.
-¡Ehhhh tranquila!- Dijo. -¡No, tranquila no! ¡Estoy hasta las narices de tus idioteces! ¡Si quieres que sigamos siendo amigos, se acabaron los besos y las insinuaciones sexuales! - Dije enfadada.
-Los besos, de acuerdo. Las insinuaciones nunca, cariño. Forman parte de mi personalidad, se las hago hasta a Melissa - dijo riendo.
-Pues baja el nivel un poco entonces -Le pedí. -Y vámonos, llegaremos tarde -dije.
Tardamos media hora en llegar a casa de Andy; nos dió la bienvenida su mujer, que resultó ser encantadora y no tuvo ningún problema en cederme su despacho para las entrevistas que tenía que hacer.
Tardé muy poco en hacer mi trabajo, más que nada porque me enfoqué en el aspecto profesional, lo personal lo trataríamos en la piscina tranquilamente.
Estaba sentada en una hamaca, hablando con las chicas que estaban dentro de la piscina cuando miraron detrás de mí y empezaron a cuchichear.
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-¿Qué pasa? -Dije empezando a girarme y Chris me chistó. -¡Chist! ¡Quieta! ¡No te des la vuelta! -Dijo toda misteriosa.
-¿Qué pasa? -Pregunté intrigada. -Ha llegado la bruja del norte -dijo y entonces todas empezaron a reir.
-¡Hola chicas! ¡Qué gusto volver a verlas! -Dijo una voz con un acento diferente detrás de mí. Me giré al tiempo que ella llegaba.
-A ti no te conozco ¿Eres nueva en la serie nena? -y sonrió falsamente. Me levanté para saludar, ante todo hay que ser educada.
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