Las Cadenas que nos Unen

Vestidos y Bailes

    Hermione no dejó que ni sus pesadillas ni su temor a encontrarse con Draco impidiera que saliera con Luna y su madre a ver un vestido de novia, le hubiera encantado que Lily las pudiera haber acompañado,  pero la pelirroja estaba bastante ocupada ayudando a organizar una fiesta en la escuela de Alice. Así que las tres mujeres decidieron ir al local que Josephine había conseguido una hora libre, tenía dos pisos y se veía como las demás tiendas a su alrededor.  Pero cuando entraron se dieron cuenta que estaba todo tapizado en colores morado pálido,  sillones de cuero blanco y maniquíes con hermosos vestidos de novia en ellos.

- buenos días a todas-. Una mujer rubia de unos treinta y tantos las saludo a las tres con una sonrisa en sus labios. -Soy Janet y espero poder ayudarlas y que la novia se lleve un hermoso vestido-.

- muchas gracias, Janet-le dijo Josephine mientras que Hermione y Luna miraban un vestido corto hasta la rodilla y la parte trasera larga. -Mi hija es la novia y esperamos poder encontrar un vestido-.

- y eso haremos- Janet miró a Hermione. -Si me sigue, por favor-.  Hermione le lanzó una media sonrisa a Luna y a su madre antes de ir se con Janet detrás de unos grandes cubículos  que hacían de probador, mientras esperaban una chica de cabello corto se les acercó con copas de mimosa mientras esperaban a Hermione.

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- te ves horrible, si fuera Hermione saldría corriendo de la iglesia en cuanto te viera-. Harry alzo una ceja mirando a su padrino, quería ir solo a probarse un esmoquin para su boda, pero a último momento Sirius deseo acompañarlo y ahora tenía que soportar sus sarcásticos comentarios.

- tu opinión aquí no es válida,  Black-le dijo Harry mientras se miraba en el espejo, se estaba probando un traje con gris oscuro ya que su ayudante Giorgio le dijo que ese color era el boom este año. -Creo que no se ve nada de mal-.

- se supone que es tu boda , no una maldita reunión de abogados-le dijo Sirius mientras miraba los trajes colgados. -Los novios van de negro y poco me importa lo que diga ese homosexual, no voy a dejar que mi ahijado se vista de esa manera-Sirius saco un traje y se pasó a Harry. -Ahora ve y pruébate eso y no quiero mas quejas, minion-.

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   Josephine se reía de las cosas que le contaba Luna de Hermione cuando era una niña, de sus travesuras que hacían enojar a Rosmerta.  La chica ya se había probado tres vestidos ya; el primero fue uno sencillo de cuello bote el cual terminaba en un delicado ruedo y que no le había gustado ni a Luna ni a su madre, el segundo tenía un escote en punta y era de espalda descubierta y que la chica desecho ya que llevaba pedrería y el tercero era modelo griego y a ninguna de las tres les gusto mucho.

- gracias a dios a mi no me tomó tanto tiempo decidir mi vestido-le dijo Luna a Josephibe y esta le sonrió.

- cada mujer es diferente y Hermione es un poco difícil-. Con gracia recordó cuando sin saber la había acompañado a verse un vestido para su matrimonio con Cedric Diggory.

- una chica difícil de decidir-. Luna y Josephine volvieron a reírse.

- saben que puedo escucharlas, ¿verdad?-les preguntó Hermione detrás del probador. -Ahora voy a salir y espero que les guste-. Hermione abrió la cortina y miró a Luna y a su madre, están tenían la boca abierta.-¿Cómo me veo?-. 

- creo que deberías ver lo por ti misma cariño-le dijo Janet mientras la ponía frente al espejo.  Hermione se  miró y no podía creer lo hermosa que lucia bajo tanta tela.

- serás toda una princesa ese día especial cariño-le dijo Janet sonriendo le animada mente. Hermione se giró para mirar a su madre y notó que ésta tenía lágrimas en sus ojos.

- te ves preciosa, cielo. Harry va  a hacer el hombre mas afortunado-.

   Hermione se miró por última vez en el espejo notando como la tela se pegaba a su pecho y a cintura; era un vestido sin mangas con encaje el cual terminaba hasta llegar a la cintura en donde tenía un pequeño cinturón de color crema para luego el vestido irse ensanchando hasta formar un ruedo a sus pies. Se veía como una princesa a pesar de llevar sus converse en los pies y el cabello en una coleta suelta. Ahora solo esperaba que pronto llegara el día de su boda.