22.

1.4K 50 5
                                    

Liam y Danielle se encontraban en la montaña rusa. Como había visto, se habían subido a casi todos los juegos del Parque de Atracciones Happily. En cambio yo, en todo ese rato estuve discutiendo con Zayn. Ahora ambos nos encontrábamos sentados en una banca viendo como las demás personas se divertían. Menos nosotros. Solté un largo suspiro. Miré a Zayn que se encontraba mirando un punto fijo. Como si estuviera pensando detenidamente en que hacer. Tenía unas inmensas ganas de preguntarle el por qué a veces me ignoraba y después me hablaba como si nada. El por qué a veces me sentía querida por él y después sentía que me odiaba a muerte…

-¿Te gusta el algodón de azúcar? –preguntó de repente.

-¡Me encanta! –dije muy emocionada. Mierda. –Digo… sí, sí me gusta.

-¿Quieres ir por uno? –sonrió. –Y sí quieres… podemos subirnos a un par de juegos. Veo que no haz disfrutado nada.

-Por fin me dices algo bueno –le sonreí. Me levanté y extendí mi mano. –Venga, vamos ya –Zayn sonrió de oreja a oreja. Iba a tomar mi mano extendida, pero la aparte de inmediato. – ¡Haz caído! –reí.

-Que aburrida eres –frunció el ceño y se levantó y comenzó a caminar, dejándome atrás.

-Tú eres el aburrido que no entiende las bromas –caminé a su lado.

-No, tú eres la aburrida –me contradijo.

-No, que tú eres el aburrido –fruncí el ceño.

-Ya basta, deja de ser infantil y estarte peleando conmigo –me miró de reojo.

-No soy infantil.

-Y aquí vamos de nuevo –suspiró. Miró hacia el cielo. –Dios, ¿por qué haz traído al mundo a semejante criatura?

-Hey –le di un codazo. –Mejor dicho, por qué te trajo a ti.

-Porque a alguien hermoso tenía que traer –dijo obvio.

-Que egocéntrico eres –rodé los ojos.

-Lo sé, me lo han dicho –se encogió de hombros.

Mientras Zayn compraba algodón de azúcar, me detuve a mirar hacia alrededor. Este parque era gigante. Uno de los más gigantes a los que había ido. Demasiado gigante para mí. Una cabellera rizada y una rubia llamaron mi atención entre la gente. Oh, mierda. ¿De todos lo días que podíamos venir, tenía que ser justo cuando ellos vinieran? Maldije a Liam por semejante grandiosa idea que había tenido. Perrie y Harry se estaban besando. Ella le daba miradas coquetas mientras él le sonreía durante el beso. Cuando desearía por ser yo la causante de esa sonrisa. Poder saborear esa exquisita boca que tenía Harry…

-¿Qué tanto miras? –Zayn llegó a mi lado con el algodón de azúcar. Me sobresalte.

-Mierda, Zayn –coloqué una mano en mi pecho para tranquilizar mi respiración. –Un día de estos me vas a matar.

-Te pregunté que qué estabas mirando –miró hacia al frente, buscando lo que yo miraba segundos antes. Su cuerpo se tenso. Se dio vuelta a mirarme. – ¿No me digas que estabas mirando a esos dos estúpidos?

-No –negué con la cabeza. –Justo estaba observando todo el parque y… los vi.

-Ya veo –habló fríamente. –Ten.

Me entregó de mala gana el algodón de azúcar y se dio vuelta caminando hacia el otro lado, dejándome sola. Caminé rápidamente hacia él.

-¿A dónde vas? –le pregunté algo agitada.

-Me voy –metió sus manos a los bolsillos de su pantalón.

-¿Me dejaras sola?

-Liam y Danielle deben de andar por ahí –contestó aún sin mirarme. –Ve a buscarlos.

Little Things |My Bulimic Girlfriend|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora