Little Things |My Bulimic Girlfriend|

32.

-Así que… Josh es gay –habló Zayn luego de unos incómodos minutos de silencio.

-Sí –respondí, observando fijamente sus ojos.

-No se nota tanto. O sea, bueno, sólo un poco.

-Preferiría que no se lo contaras a nadie –miré hacia el lugar donde Perrie estaba sentada. Se estaban levantando. –Es algo delicado –lo volví a observar. –Hasta que él mismo no lo haga “publico”, no quiero que comentes eso.

-¿A quién demonios le diría algo con respecto a él? No me importa en lo absoluto.

-Puede, pero no confió lo suficientemente en ti. ¿Cómo sé yo que no eres de esos chismosos que se la pasan hablando y chismoteando de los demás? –me incliné hacia él.

Una sonrisa cruzó por su cara.

-Wow, parece que no me conoces del todo, Levine –rió. –Créeme, soy el primero en odiar a personas así –arqueó una ceja. – ¿O no haz escuchado lo que hablan a mis espaldas?

Zayn Malik, no habla con nadie del instituto a no ser su mejor amigo Anthony Riach. Y yo, por supuesto, aunque eso es algo aparte que los demás no saben. Además de ver las estúpidas bromas que Zayn me hace o los insultos que recibo de él. La gente lo considera como un chico solitario, bastante reservado y misterioso. No se mete con nadie, aparte de mí. Aunque ya todos saben la notoria rivalidad entre él y Harry.

-Bueno, sólo piensan que eres… temible –hice una mueca. –Pero no le entras al tipo “chico malo” del instituto. Los mismos chicos lo comentan. Sólo que eres bastante callado y misterioso, creen que ocultas algo.

-Oh, sólo haz escuchado la parte amable.

-¿Qué otra cosa debería saber?

-Nada importante –se encogió de hombros.

Algo ocultaba. Lo veía en sus ojos.

-Esta bien –me limite a decir.

-Háblame de tu familia, Levine –dijo luego de unos segundos. Tenía apoyado uno de sus codos en la mesa, mirándome interrogante.

-Ya lo sabes, vivo con mi abuela, mi padre y mi tío –me encogí de hombros. –Esa es mi familia. También mis dos hermanos pequeños. Ellos son todo para mí.

Me observó por unos largos minutos, que se me hicieron eternos. Abrió la boca para decir algo pero la cerró de inmediato. Lo miré confundida. Pareciera que estaba intentando formular bien la pregunta.

-¿Qué hay de tu madre?

Quedé helada. Demasiado diría yo. El tema de ella se me hacia delicado, no me gustaba hablar de ello. Menos de ella.

-No es de tu incumbencia –hablé bruscamente. – ¿Y qué hay de tu padre, eh? Jamás lo he visto –pregunté de la misma manera, desviando la mirada.

El silencio inundo la mesa. Miré a Zayn. Y ahí supe que debería darme de patadas y que tenía que decirme “la jodiste, pendeja”. Su mandíbula estaba tensa, sus ojos se habían vuelto más oscuros y fríos.

-No es de tu incumbencia –respondió de la misma forma que yo. Aunque con un tono más frio.

Lo entendía.

-¿______?

Al momento de escuchar mi nombre saliendo de la boca de alguien que no era Zayn, la giré bruscamente. Al verlo parado ahí, al lado de Zayn, sentí mi cuerpo llenarse de nervios. Me comenzaron a temblar las manos y los labios. Quería tomar la mano de Zayn e irnos lejos. Pero no podía, porque aparte de mis nervios, al mirar fijamente sus ojos me vino a la mente lo importante que era para mí antes. Aunque estuviera enamorada de Harry.