Little Things |My Bulimic Girlfriend|

41.

-Y... ¿qué tal, eh? –le di un codazo en las costillas.

Danielle se sonrojó. Sabía a que iba yo.

-¿Sobre qué?

-Oh, vamos –rodé los ojos, sonriendo. –No me digas que no pasó nada entre tú y Liam el sábado, en la fiesta –alcé ambas cejas repetidamente. Danielle me dio un empujón. Reí y se lo devolví. –Ya, suéltala. Sí ya se han besado.

-No más que tú y Zayn –arqueó una ceja.

Mierda.

-Oh –alargué. –Turn down for what –comencé a tatarear el ritmo de la canción. Danielle rió.

-Idiota –negó con la cabeza.

-Bueno, Zayn y yo aún quedamos en nada –me encogí de hombros. –Y no creo que pasé algo más allá –murmuré. –En cambio tú y Liam...

-Vamos lento –sonrió a la nada. –Y me gusta que sea paciente conmigo. Es muy dulce.

Sonreí de lado.

-Una solterona menos. Faltan dos –hablé pensando en Natalie y Geraldinne. Aunque la última ya estaba en proceso con Dan...

-Hola chicas –vaya, la invoqué.

-Hola –dijimos ambas.

Geraldinne sonrió de lado y se sentó junto a nosotras.

-Eh, bueno –aclaró su garganta. –Creo que debo decirles desde ya. No puedo ocultarlo por mucho tiempo.

Fruncí el ceño.

-¿Qué demonios te paso?

-¿Recuerdas que el día que te enojaste conmigo, te tenía que contar algo? –hizo una mueca.

-Escúpelo.

-Bien –dio un largo suspiro. –Me voy a cambiar de instituto –murmuró bajo, muy bajo.

-Alto ahí... creo que escuchamos mal –Danielle la miró confundida. –Vuelve a repetirlo. Y alto.

Geraldinne nos miró nerviosa.

-Me voy del instituto. En una semana.

Callamos por unos segundos.

-¿Te vas? P-pero ¿Dónde? ¿Desde cuándo llevas planeando esto? –Danielle se acercó más a ella.

-B-bueno –rascó su nuca. –El año pasado nos habían dado la oportunidad de una beca al instituto privado St Paul's, no sé si ______ lo recuerda, ella también la tuvo –ambas se giraron a mirarme. Asentí. –Bueno... yo sí di la prueba –mordió su labio inferior.

Coloqué mi mejor cara de indignación.

-¡Eres una traidora mentirosa! Dijiste que no la habías dado. Te dije que yo no la iba a hacer.

-Mis padres me dijeron que era por un bien a mi futuro –tomó mi mano. –Insistí en que no, pero fue imposible. Siguieron diciéndome que debía irme, que allí sacaría la carrera que quería.

-Iras a la misma universidad, después de todo –murmuró Danielle.

-Pero dijeron que allá la enseñanza sería mejor –rodó los ojos.

Unos minutos de silencio.

-Bien –aclaré mi garganta. –No hay tanto alboroto, te cambias de instituto, no de ciudad o país –sonreí de lado.

Geraldinne me miró melancólica.

-Las voy a extrañar.

-Ay, no seas exagerada –le di un codazo y ambas rieron.