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El nombre de Perrie fue reemplazado por Kelly.
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¿Qué clase de amenaza barata era esa? Por más que la mirara en toda la clase, Kelly hacia como si yo no existiera. Sentí varias veces a Zayn patearme por debajo de la mesa y susurrarme que la dejara.

—No te hará nada, sólo intentaba asustarte. —murmuró Zayn a mi lado.

—Tú no sabes de lo que es capaz esta tipa.—apreté los labios.

—Hey. —tomó una de mis manos. Lo observé fijamente. —Estoy aquí, contigo. No dejaré que nada malo te pase. —sonrió.

Le sonreí de vuelta. Me contuve de las ganas inmensas que tenía de besarlo, ya que estábamos en medio de la clase. Pero como es Zayn Malik del que estamos hablando...

—Levine, Malik, despe... —antes de que el profesor interrumpiera nuestro beso, lo hizo la campana anunciando el termino de clases.

Zayn y yo reímos al ver la cara de frustración del profesor. Tomamos nuestras cosas, dirigiéndonos a la salida. Me despedí de mis amigos, mientras Zayn hacia lo mismo con los suyos.

—Pasaré a buscarte más tarde. —habló.

—¿Iremos a algún lugar en especial? —me incliné a verlo.

—Podría ser. —se hizo el interesante.

—No te hagas el interesante. —golpeé su hombro.

—Yo no me hago el interesante. —rodeó mi cintura con sus brazos. —Yo realmente soy interesante. —sonrió mostrando sus blancos dientes no sin antes guiñar uno de sus ojos.

—Eres un tonto. —negué con la cabeza sonriendo. 

—Bueno, por estos momentos me retiro, mi bella dama. —inclinó levemente su cuerpo. Le sonreí y acercó sus labios a los míos, dejándome explorar su boca.

—Adiós. —dije al separarnos. Me despedí con la mano y me dirigí al baño.

Entré tarareando una canción, encerrándome en un cubículo.

¿Esto era mi ansiada felicidad? Mi familia y amigos estaban bien, tenía un novio guapo conmigo...

—Sal de ahí, maldita perra.

Me sobresalté al escuchar el estruendo en la puerta delante de mí. Fruncí el ceño. ¿Qué mierda?

—Nos estas cansando, bastarda. —otra voz se hizo sonar, desconcertándome.

Demonios, Kelly y sus amigas.

Tragué duro, y con toda la valentía que sentí en esos momentos, abrí la puerta lentamente.

—¿Qué...? —antes de que pudiera articular palabra alguna, me tomaron bruscamente de la camisa y mi espalda fue azotada en la pared. —Demonios. —me quejé.

—Parece que me tomas por muy poco, ¿no es así, piggy? —Kelly acercó su rostro al mío, afilándome con sus ojos. Soltaba veneno puro. —Te avisé con anticipación, que conste.

De repente un golpe en mi estómago me hizo retorcer en sus brazos.

—P-pero... ¿estás locas? —chillé. No sabía si mi rostro reflejaba miedo o rabia, las tres me miraban con burla. — ¡Yo no te he hecho nada, maldita desquiciada!

Sentí arder mi mejilla en el momento en que su mano dio vuelta ésta con fuerza. La miré impactada. Ella nunca había recurrido a esta violencia.

—¿Qué no me has hecho nada, dices? —murmuró. Por un momento su voz me causo terror. —Me has quitado algo importante, idiota. —ladeó su cabeza. Mierda, estaba loca. —Como una sucia sabandija te pegaste a él, acaparándolo. Lo enredaste en tu asqueroso dedo. Me repugnas completamente.

Little Things |My Bulimic Girlfriend|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora