28.

1K 67 10
                                    

Papá nunca les había dicho algo más que un simple “hola” a los pocos chicos con los que he salido o traído a casa, me sorprendía que estuviera hablando con uno que improvisadamente me había invitado a salir, y más sí era Zayn. Y eso me asustó.

-Me gusta tratar con cariño a su hija, señor Levine –sonrió. ¿Tratarme con cariño? Puto cínico de mierda.

-Bueno, eso esta bien –papá sonrió. Oh, no. Le sonrió.

-Zayn, ¿podrías esperarme dentro del…? –alcé un poco la cabeza para mirar detrás de él y ver que conducía. La moto. Perfecto. –Oh, espérame en tu moto. En seguida voy.

-Un gusto conocerlo –Zayn estrechó la mano con mi padre.

-Un gusto también, Zayn –papá volvió a sonreírle. –Espero verte por aquí más seguido.

-A mí también me gustaría, señor –me miró de reojo y dio media vuelta para dirigirse a su moto.

Ok, eso era raro. Si por papá fuera no dejaría que trajera a ningún chico aquí. Como toda mentalidad de padre. Quizás sólo trataba de ser cortés, sí, sólo debe ser eso.

-¿Qué quieres hablar? No dejes esperar tanto a tu cita –papá me codeó repetidas veces, bromeando.

-Papá… ¿no te resulta malo? –murmuré para que Zayn no nos escuchara.

-¿Qué cosa? –frunció el ceño.

-Pues Zayn.

-¿Por qué debería resultarme malo?

-Por sus tatuajes…

-Hey, yo tengo tatuajes –puso sus brazos en jarras. – ¿Te parezco malo también?

-¡Pero él tiene 15 o 16 años! –protesté. – ¿No ves la cara de chico malo que tiene? ¿No se te hace peligroso que con su edad vayamos en moto? ¿Qué tal si no tiene licencia? ¿Qué tal si un policía nos atrapa?

-¿Qué tal si te relajas? –me tomó por los hombros. –Suenas como si no quisieras salir con él. Se ve un buen chico. No es como el otro vándalo ese que…

-¡Que Edward no era un vándalo, papá! –rodé los ojos. –No puedes estarlo comparando con Zayn.

-Pues claro que no puedo compararlo con Zayn, ese otro era un delincuente.

-No sigas con lo mismo, por favor –apreté los puños. –Si vas a empezar con lo mismo, mejor me voy. Adiós.

-Adiós –besó mi mejilla. –Te quiero temprano aquí. Nada de…

-Hacer cosas de grandes –terminé por él. –Todo comprendido, sargento.

Negué con la cabeza y caminé lentamente hacia Zayn y su moto.

-Mamá no quiso prestarme su auto, así que disculpa que tengas que subirte con vestido –me miró de pies a cabeza. Fruncí el ceño. Abrió la boca para hablar, pero la cerró de inmediato. –Te ves…

-Horrible, lo sé –me subí a su moto. Intente bajar un poco mi vestido. – ¿Adónde me llevaras?

-Bueno, no tuve tanto tiempo para hacer reservación en un restaurant o… cualquiera de esas cursilerías que hacen en una cita. Nunca he ido a una, así que ni mierda de cómo hacer una. Lo que planee fue simple –se encogió de hombros. –Sin quejarte.

-No soy tan detallista –rodé los ojos. –Bueno quizás para algunas cosas… pero para una ocasión como esta no creo.

-Primero quiero que te vendes los ojos –sacó de su bolsillo una venda negra.

Little Things |My Bulimic Girlfriend|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora