Cuando te miro no puedo enfocar más allá de tus pétalos, sólo veo las flores que tienes incrustadas en los ojos, no puedo mirar nada más allá del bosque de tu pecho, tienes el pistilo de la vida en el corazón, tienes todo lo que significa estar vivo en tus hallazgos, me haces pedirle al egoísta las llaves del coche hacia el laberinto, donde refugias tus logros, pues nadie puede controlarte.
Me haces correr en muletas, me pides cantar al son de un soprano , tú eres uno en el amor...
Me haces sentarme de un golpe, lato más rápido que un colibrí, y me siento incluso más pequeño.
Aprendí a andar en la bicicleta de tus piernas, soy primerizo y que más da si es contigo, yo cuidaré de no caerme, voy en zig zag entre cada uno de tus extasiantes lunares, me hago el fantoche cuando me balbuceas que me quieres, corro diminuto entre cada una de las mordidas que tienes marcadas en el cuello, marcando el pergamino del futuro conmigo.
No duelen tus uñas por mi espalda, así como no duelen los cimientos del hogar en la nada, no me duele que te vayas, jamás lo haces, no si sigo vivo, hago que gire la ruleta de tus gritos en el juego de las sabanas, hago que vibren las cuerdas y que vibre algo más que sólo la guitarra , hago música con el placer de tu pertinencia, tengo sobredosis de tu ciencia, no la entiendo para nada, así como no te siento apartada de ti misma.
Me gustas porque sabes combinar la ropa del closet aunque no pueda darte más de lo que debo, me gusta como combinas círculos con cuadros y la falda de hace años, rasgada, para enseñar el arte que pintó Dios sobre tu cuerpo, me gusta el tatuaje de tu muñeca, que significa todo lo que tú quieres que signifique, dependiendo de a quien se lo expliques, amo tu calma, y me casaría con cada una de las partes de tu cuerpo si pudiera, no pondría un anillo en uno solo de tus dedos, te llenaría de ellos, así como te lleno de besos en el parque, en la cocina y hasta en el suelo del garage. Amo tu sintonía con la poesía de mi corazón, amo tú perspicacia y atención, al saber que desbordo versos por tu caminar, y que me provoques.
Me escondo de esconderme de ti, me enoja no pelear contigo porque ser anormal, es frustrante; pero lo que me enoja aún más, es no tener una razón para hacerlo, contigo necesito sentirlo todo.
Amo tus pecas en la frente, así como inclinarme a dibujar estrellas en la noche con ellas, en tu jardín, me duele ser fulminante con mi te amo, y te explico las praderas con las que sueño. Entiendes mis tormentas, y te gusta bañarte de ellas.
Termino de comer y lavo los platos en el fregadero, mientras tú haces eso que me encanta, aquello de ser tú simplemente, tocarte la nariz y tomar una bocanada de aire, transformarlo en pureza, tomar un poco de agua y alimentar tu manantial.
Termino en la oquedad de mi amor por ti, jugando al ajedrez con el y perdiendo cada jugada, memorizando cada casilla, cada movimiento y cada estrategia para ganarle, tomó mi brazo y lo empujó con el otro para ganarle en las vencidas, entreno las piernas y corro la carrera para perder, brinco para saber que no toqué nada más que el suelo, y lo hago para mantenerme en tu regazo.
Resuelvo el problema que es ser contigo, y encuentro que yo soy la incógnita periódica, eres adepta de la exactitud, ( haces la excepción de redondearme a ti).
Por todo eso y más razones, no enfoco nunca nada más que no sean tus ojos cuando me pierdo mirando a la nada; te veo en la mirada de los niños de la calle, eso tristes insufribles, esos que a pesar de todo ríen a carcajadas del destino y levantan la mirada para recoger el balón, me veo también en ellos, no enfoco nada más que no sean las margaritas en los prados, y no miro nada más que las nubes que se me figuran a tus caderas, busco en los libros los nombres de los personajes principales, para cambiarlos por el tuyo, hago canciones, poemas y pinturas que demuestren tú belleza fermentada, años, décadas y siglos.
Lucho por no enfocar nada más que la botella de tu cuerpo, tomar la copa del destino, servirme el futuro, y embriagarme de momentos, tener resaca de olvido, y repetir el proceso, sólo si te quedas...
Si te quedas plantada en el campo, ahí donde plantó lo único bueno de mi.
Tú...
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Universo de Bolsillo.
PoetryElla tenía el universo en la mirada, la galaxia en las bragas, a Dios a sus pies, y me regaló un pedacito, mi propio universo de bolsillo...