No tiendas la cama.

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Ten miedo del viento proveniente de mi mirada,  ese  que  levanta tu falda en la cornisa; corre de mis ganas de matarte a besos, y no contestes mi agresión con sonrisas, la violencia lleva a más violencia.

Corre por el pasillo de mi departamento, gritando de miedo porque el amor te atrape, corre despavorida,baila algo de Rock N' Roll frente a la chimenea, siéntate en la sala, sube los pies a la mesa, come en la cama, pero nunca, NUNCA tiendas las sabanas,  no tiene caso,  sube a la terraza a intentar saltar de ella, sabes que voy a detenerte, intenta sacarme de quicio, después hazme cosquillas, juguemos con la comida, de cualquier forma somos adultos, arrójame tus medias, las pondré en el perchero donde van los olores gratos, dame la sorpresa de tu sostén abriéndose solo ante la simple idea de nosotros juntos, inventemos notas musicales con tus gemidos, inventemos nuevas posiciones, y no hablo sólo de las sexuales, hablemos de tu y yo en la cama horizontales, hablemos de dormir en el suelo, hablemos de incluso no dormir por contarnos nuestros sueños, percibir que en ambos estamos juntos, no contemos estúpidas  ovejas, contemos cada round de nuestra riña interminable.

Mujer...

Ten miedo de Mayo, y ten miedo de mi de que me saque de las manos el pergamino de poesía y se lo dedique a alguien más que no seas tú, ten miedo de mi, y de todo lo que puedes perder, ten miedo de todo, ten miedo de hablarle a tu reflejo a falta de mi cuerpo, y sobre todo ten miedo porque eso nos mantiene cautos.

Ten miedo de perder este poema, porque yo tengo miedo cada instante qué pasa en las praderas de tus sábanas, tengo miedo de cada posible  terminar de nuestra historia, ten miedo, porque yo tiemblo de miedo mujer.

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