(Yami y tú) Enamorada de mi secuestrador

Capítulo 17 confundido

Unos tipos encapuchados llegaron asaltar el restaurante

—ALTO NO SE MUEVA NADIE Y CUALQUIERA QUE QUIERA SER HÉROE ¡LOS MATAMOS!

Todos hicimos lo que ordenaron y se acercaron a nosotros, el dolor que había tenido mientras organizaba la fiesta seguro era por esto, un mal presentimiento...

—denme lo que tengan.

Bakura le dio su celular y yo el mío.

Uno de los tipos llamó por su celular mientras nos apuntaba con una pistola, yo estaba asustada.

—lo siento chiquita cambio de planes.

Dos tipos me cargaron y me llevaban quien sabe donde

— ¡TN!

—¡¡BAKURA!!

Era oficial estaba ¡¡ATERRADA!! Me aventaron a una camioneta como si fuera un trapo haciendo que me golpeara en la cabeza.

Yami

Estaba a punto de irme a mi casa cuando llegó Marik.

— ¿qué haces aquí?

—necesito que escondas aquí alguien.

—ash está bien solo unos días ¿ok?

—tranquilo solo será esta noche.

—bien espera.

Llame a Juan y le dije que llevarán a la persona que trajo Marik al cuarto número tres

—por cierto llévale algo para el golpe los malditos la lastimaron, ya me encargaré de ellos.

—oye estos servicios son aparte del dinero que me diste.

—Está bien -saco de su pantalón una chequera y me dio un cheque en blanco firmado.

—pon la cantidad y lo cobras ahora debo irme.

Se fue a toda prisa, mire el cheque pero para poner una cantidad necesitaba ver a qué persona había traído así tendría una idea de cuánto cobrarle, salí de mi oficina y me dirigí al cuarto para ver a la persona.

Cuando llegue me lleve una gran sorpresa es Tn y está herida de la cabeza, llame rápidamente a Juan.

—tráeme el kit de primeros auxilios al cuarto 3 ¡RÁPIDO!

Me acerqué a Tn y seguía desmayada la acomode en la cama y me quede observándola, se veía tan indefensa pero conservaba esa dulzura en su rostro, acaricie su mejilla, con razón Marik se enamoró de ella.

—señor aquí está el botiquín.

—ok ya pueden irse, nos vemos mañana.

—pero señor ¿no piensa irse?

—no, me quedaré aquí.

—como ordene.

Agarre el botiquín lo abrí y puse un poco de agua oxigena en la herida luego le puse algo para cicatrizar y al final le coloque una gasa.

Seguí observándola hasta que poco a poco vi como despertaba.

— ¿dónde estoy? —dijo restregándose los ojos.

—hola Tn

—¡¡TU DE NUEVO!!

—esta vez no fui yo, te trajeron aquí pero yo no sabía que eras tú.

— ¿entonces quien fue? —dijo mientras se tocaba la cabeza,

—no te toques la cabeza. -agarre su mano- puedes lastimarte ya te cure.