Capítulo Uno

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—¡No lo puedo creer! ¡Mi hermana va a ser una superestrella!

Gretchel, recostada sobre su cama, alejó su celular de su oído. Su hermana podía ser muy ruidosa cuando se lo proponía, en especial cuando se emocionaba. Aún podía escuchar sus gritos de felicidad a pesar de haber alejado el aparato.

—Cálmate, no es para tanto.

—¿Estás bromeando? ¡Estamos hablando de Blue Récords, la disquera más famosa y millonaria en Los Ángeles!

Una gran sonrisa danzó en los labios de Gretchel y pequeñas mariposas brotaron en su estómago. Aún se sentía surreal todo esto, desde la llamada de su nuevo representante días atrás hasta el ensayo que tendría más tarde. Sin embargo, iba a ser extraño no tener a Grace a su lado.

Apenas llevaba meses en su nuevo hogar en California junto a su abuela. Se suponía que iba a tomar la escuela de administración que su madre tomó cuando tenía su misma edad; en sus planes, nunca estuvo presentarse en una audición en la industria madre de las disqueras. No tenía esperanza alguna en siquiera clasificar como candidata, no es como si hubiese sido la única en presentarse y con talento. Aun después que su representante la hubiese contactado, Gretchel seguía indecisa al respecto, pues, era un gran paso en tan poco tiempo.

—¿Qué sucede? —preguntó Grace con preocupación.

Incluso a kilómetros de distancia, Grace podía identificar la inseguridad en Gretchel con tan solo escuchar su voz. De igual forma, Gretchel sabía cuándo algo perturbaba a su pelirroja hermana. Era más como una conexión en directo que un instinto fraternal.

Gretchel paseó su vista alrededor de su habitación; las celestes paredes sin decorar; el lejano clóset a una esquina; y la antigua peinadora frente a ella. Pese a llevar tiempo viviendo con su abuela, aún extrañaba su antigua habitación en Texas, la cual solía compartir con Grace.

Rodó sobre su espalda para encarar el techo de igual color que las paredes. Cerró sus ojos y dejó salir un suspiro de entre sus labios.

》¿Gretchel?

—No sé —habló—. ¿Qué pasaría si no les agrado? ¿O si piensan que no soy lo suficientemente buena?

Gretchel pudo imaginar cómo su hermana rodaba los ojos y gruñía por de bajo.

—Oh vamos, Gretch, no empieces con tus "qué pasaría si".

Gretchel mordió su labio. Podía imaginarse el serio rostro de Grace al hablar, como si estuviera dándole uno de sus tantos sermones. Trató de excusarse, pero su hermana la calló.

》Eres la mejor cantante en Texas, y ahora, en California -intervino de nuevo—. Vamos, repite conmigo.

—Olvídalo, Grace.

—Si no lo crees, no lo eres. Ahora, repite: Soy la mejor cantante de Blue Récords.

Gretchel cerró sus ojos y contó internamente hasta el número diez. Grace siempre venía con ideas ridículas que encontraba por Internet, y Gretchel era la muñeca de prueba. No era más que otro de sus experimentos sin sentido.

—Lo sacaste de Internet, ¿no es así?

—¡Repítelo!

Gretchel suspiró de nuevo y lo repitió. Grace le ordenó que lo dijera de nuevo con más convicción y seguridad. Gretchel soltó una corta carcajada y volvió a hablar:

—Soy la mejor cantante de Blue Récords.

—¡Muy bien! —replicó eufórica—. ¡Mucho mejor!

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