Capítulo Veinticinco

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La adrenalina no había abandonado a Gretchel desde que llegaron a la arena en la que se estarían presentando esa noche. Su corazón no dejó de bombardear sangre aceleradamente durante todo el ensayo. Ya no eran los nervios que la controlaban, sino la ansiedad de estar frente a un público y escucharlos gritar junto con ella.

Semanas atrás, Gretchel se habría negado por completo a la oportunidad de abrir para PS4, la banda patrocinadora del concierto; sin embargo, era una necesidad estar en un escenario más que un deber. Su cuerpo pedía por estar allá arriba, junto con sus dos compañeros de banda, y hacer lo que tanto amaban hacer y los había unido desde un principio; expresar su amor por melodías y letras.

No cabía duda alguna de que para Owen y Theo era la misma sensación que inundaba sus cuerpos. Durante los ensayos se veían tan enérgicos y ansiosos como ella, dando todo de sí en cada una de las repeticiones. Incluso Marvin se veía más animado por la caída de la noche, aunque Gretchel sospechaba que era por otras razones más allá de su presentación.

Durante las largas horas de ensayo y chequeo de producción, buscó la oportunidad de hablar con Theo y solventar el malentendido del día anterior; no obstante, había sido un total fracaso. Se había mantenido al márgen de compartir más de lo debido con el grupo, y evitaba cualquier situación que requiriera tener que hablar con ella. Además, se veía más cansado y perturbado de lo normal, como si se le hubiese hecho una tarea difícil conciliar el sueño en sus noches de soledad.

En la otra mano, Owen había estado algo distante y tímido, especialmente con la pelirroja. Cada vez que trataba de buscar su mirada o siquiera hablar con él a solas, Owen desaparecía, en especial, cuando Marvin estaba cerca. Ahora, Gretchel notaba de lo que Theo le había estado hablando; la extraña actitud de Owen en la presencia de su representante. Gretchel no quería pensar en posibles escenarios que amenazaban con destruir su soñado final feliz; por lo que había hablado con Owen noches atrás fuera de la torre de Blue Récords, sólo eran los nervios al estar junto a ella los cuales se apoderaban de él y nublaban su juicio.

Al Gretchel poner un pie en el escenario, todas sus dudas y miedos parecieron desvanecerse con la brisa fresca de verano. A pesar de que muchos no conocían la banda por algo más que no fueran los rumores, quedaron maravillados con las primeras dos canciones que presentaron. Por primera vez en tanto tiempo, los tres se habían transformado en Cloud Nine, cantando y tocando con pasión y destreza, pese a estar tan distanciados en realidad.

—¿Quieren más? —gritó Owen en su micrófono.

Fue sorprendente la cantidad de gritos que recibió de vuelta. Miles de fans sostenían carteles, pósters e incluso fotos de alguno de ellos. Era tan surreal como el resto de la noche.

—¡Dales más, Gretchel!

Owen le guiñó un ojo al ella girarse y sostener su mirada. El público no pasó esto desapercibido, y aumentaron los gritos llenos de adrenalina y éxtasis. Cuando Gretchel encaró al público, a los miles de puntos blancos en la vasta oscuridad, una gran sonrisa se esbozó en su rostro imposible de ser contraída. Le hizo una señal a Theo y Owen para comenzar su siguiente canción, Runaway.

De nuevo, Gretchel se sorprendió al escuchar algunas voces cantar el primer verso junto con ella; y para el coro, muchas más se habían unido al unísono, con pasión y dedicación. Nunca pensó que con tan sólo tener dos semanas al aire, su más reciente éxito hubiese llegado a lo más profundo de cada persona del público, y hubiese hecho llegar el mensaje detrás de cada línea. Era un hermoso momento que Gretchel nunca iba a olvidar.

Entonces, fue el turno de Theo de tomar las riendas del segundo verso; su voz era profunda y casi ronca, algo que hizo enloquecer a casi todas sus fans en el inmerso mar de personas. Sus dedos acariciaban cada cuerda de su guitarra tan delicada que parecía ser el toque de la seda más fina en el mercado. Sin duda alguna, había nacido para estar en un escenario, y así, expresar su amor en cada acorde dado.

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