¡Feliz Navidad y Año nuevo!
Siento la demora, pero he aqui mi regalo para ustedes.
***
Gretchel estaba viviendo uno de sus tantos sueños; estar en una cita con el chico que sacudía su mundo. A pesar de que Owen no le hubiese pedido la cita de forma tradicional, su corazón y estómago no dejaban de dar vuelcos dentro de sí. El sólo pensar que iba a ver a Owen de nuevo, hacía crecer sus ansías de adolescente enamorada por sobre las nubes, y la convencía cada vez más de que su final feliz estaba cerca.
La preparación fue todo un desastre pese a tener tiempo de sobra; sin Grace, su usual consejera y ayudante en la moda, el conocimiento de Gretchel era nulo en el tema. Le costó encontrar un atuendo que fuera sofisticado y deslumbrante para impresionar al baterísta, pero tambien que fuera cómodo y natural como ella. Además, su intento en usar maquillaje para traer un poco de color a su rostro fue penoso y vergonzoso de ver. Al menos el resultado había sido medianamente aceptable.
Novio, una palabra que Gretchel pensó que nunca más iba a volver a pronunciar. Aún no estaba segura si así debía referirse a Owen, después de todo, no le había pedido un noviazgo formal; Gretchel lo había asumido como tal. Tampoco es que le preocupaba saberlo, el simple hecho de estar con Owen como ella quería era más que suficiente para hacer su cuerpo bailar de emoción.
Por primera vez, dentro de todo el caos en la disquera y con su hermana, Gretchel sentía que era casi feliz. Desde el comienzo de la agonía de su hermana, Gretchel había detenido su vida por completo; sentía que no merecía seguir el rumbo del día a día si Grace era incapaz de hacerlo. Por ello, perdió muchos momentos cruciales en sus primeros años de adolescencia; sólo sus largas estadías en el hospital era lo que tenía grabado detrás de sus párpados.
Justo antes de abrirle la puerta a Owen, se volvió a cuestionar si estaba siendo egoísta al ir a una cita sabiendo que su hermana continuaba herida del otro lado del país. Gretchel odiaba ese sentimiento de culpa que le causaba pensar en Grace a leguas de ella, pero esa vez escogió lo que ella más quería; ser egoísta.
Gretchel no recordaba la última vez en la que un chico le había preguntado por una cita y ella había asistido, por lo que no sabía que esperar al respecto. Hasta el momento habían caminado por zonas turísticas de la ciudad y parado en ciertos locales para reposar. No obstante, Owen se había mantenido distante y encerrado en sus propios pensamientos. La mayoría de veces no tenía ni la menor idea de dónde estaba y el por qué estaban juntos.
Además, habían tenido muy poco contacto como pareja. Gretchel siempre había soñado con andar de la mano a todos lados y besarse en cada esquina; esa era su definición de cita según lo que había presenciado en las películas más románticas que había visto. Sin embargo, Owen evitaba cualquier situación que incluyera rozar sus manos o labios. Gretchel quería pensar que eran los nervios que aún lo dominaban y no otra cosa.
—¿Quieres un helado? —preguntó Owen cerca de ella.
Sus ojos se posaron en el pequeño establecimiento frente a ellos que aclamaba ser de helado italiano. Siendo honesta, no estaba de ánimos para comer de nuevo; pero quizás un buen helado desvanecería las cadenas opresoras del chico junto a ella.
Juntos se encaminaron a la larga fila de clientes. Otro silencio se instaló entre ellos, tan incómodo y tenso como los anteriores. Gretchel intentó por cuarta vez en el día en acercarse a él; cuando sus manos estaban a punto de rozarse, Owen llevó su mano al fondo de su bolsillo en busca de su celular. El nombre de una tal Kate parpadeaba la pantalla.
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Anhelo
Ficțiune adolescențiAnhelo por su hermana la hizo amarla hasta el último aliento. Anhelo por su sueño le dio coraje para pararse en un escenario. Anhelo por su príncipe azul la hizo ofuscar la mentira en la que estaba viviendo. Anhelo por su final feliz la hizo caer en...