Pido un milagro, ese milagro que deseo con toda mi alma, no creo en estas tonterías del 11:11, pero al menos ya tengo a alguien que puede escuchar mi deseo y cumplirlo.
Veo la cama de mi lado y Skyler al parecer no durmió aquí, la cama de él está intacta, tal y como la dejamos ayer. Supongo que tal vez no fue una excelente idea que ambos durmamos en la misma habitación. Tengo un sabor horrible en la boca así que en parte me alegro que él no esté aquí, me levanto y voy directamente al baño, donde cepillo mis dientes y mientras lo hago me planteo un sin número de situaciones que podrían acontecer hoy; el rechazo de mi hermana o la hipocresía de mi padre, cualquiera de esas dos cosas formaría muecas de dolor en mí.
Las únicas veces que pasé con Tory, fue en su infancia y ni siquiera en toda su infancia, lo que realmente me hace preguntarme ¿qué tipo de concepto tendrá de mí? Y no solo eso me preocupa, también me inquieta el hecho de que mi padre se haya encargado de echarle mentiras. Mi padre siempre ha sido el número uno, pero no hablo de esa clase de número uno, que lo hacen todo de una manera brillante, hablo de ser el número uno en las peores cosas. Él ha sido el número uno en decir mentiras, en hacer de la vida de su familia un desastre y en convertirse en el principal icono de odio de nuestras vidas, no me sorprendería que haya hecho de la vida de mi hermana un caos completo.
Veo que mis dientes quedan de un blanco casi perfecto, me meto a la ducha y hago una limpieza profunda por todo mi cuerpo, depilo mis piernas y todo el bello de mis axilas, realmente no había mucho que hacerme en esas partes, desde que Skyler está en mi vida procuro que todo eso esté en orden.
Seco mi cabello y lo sujeto en una cebolla. Me coloco un jean, converse y una playera, es lo que más me define justo ahora, debería de usar un vestido, pero realmente no siento que esa ropa vaya a definir lo que ahora soy, tal vez en mi «buen tiempo» con Skyler pude haber sido la chica del vestido, pero hoy solo seré la chica de jeans y playera. Tomo mi celular y lo llamo.
—¿Estás listas? —me pregunta Skyler detrás de la línea. No sé si lo esté, pero ya es hora de enfrentar la situación.
—Sí —le respondo—, ya es hora.
—En tres minutos estoy en tu habitación.
—¿Me tenías miedo?
—La carne es débil —admite—, no era lo correcto. Verte dormir me hacía desear casarme contigo y pasarme viéndote todos los días de mi vida, tener bebés, volverme a casar y volver a tener bebés, todas las veces contigo. Así que decidí bajar y pedir otra habitación.
—Eso hubiese sido correcto en otra situación —lo aliento.
—Eso no hubiera sido correcto en ninguna situación. Pedirte que te casaras conmigo, eso era lo adecuado en esta situación.
—Lo siento —le digo avergonzada—, aún no me acostumbro a tu prudencia y rectitud.
—¿Te molesta?
¿Molestarme? Por amor a Dios, me encanta que sea así, el sexo no lo es todo en la vida. Me saqué la lotería, pero al mismo tiempo la perdí.
—Claro que no, eso te hace ver aún más sexy.
El ríe.
—Me estas sonrojando, Addy Mariel. Voy para allá.
—Dale.
—Dale.
Después de unos segundos llama a la puerta. Abro y él está ahí parado, casi vestido igual que yo, usa converse, jeans y una playera de color negro. La única diferencia entre los dos, es que sus converse son negros y los míos blancos.
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Imparable
RomanceAudrey ha sido marcada por una tragedia familiar. Enfrentando el abuso y la pérdida. Esto lleva a Audrey a reconstruir su vida en Texas, dejando atrás un pasado oscuro. La trama se desarrolla entre recuerdos de su dolorosa infancia y la incertidumb...