—Bienvenida —suelta la señora Evans, dándome un beso en cada mejilla.
—Felicidades —le digo.
Camino hacia el área del comedor con Skyler sosteniéndome de la mano. Al llegar él aparta un poco la silla para que me siente, lo hago y en seguida él hace lo mismo.
—¿Cómo vas con tus estudios? —me pregunta el señor Evans.
—Aún me falta un año —le digo, dándole un sorbo al jugo.
—¿Te gustaría hacer una oración por la cena? —añade la mamá de Skyler.
—Por supuesto —le digo.
Uno mis manos y agacho mi cabeza. Hago una corta oración por lo alimentos.
—Buen provecho —comento después de haber dicho Amen. Tomamos los cubiertos y empezamos a comer.
—Y bueno, ¿la boda para cuándo? —suelta el papá de Skyler.
La señora Evans casi que escupe toda el agua de vuelta en la copa. —Aún es muy pronto para una boda.
—No, cariño. Tú y yo nos casamos después de los tres meses de habernos conocido o ¿acaso no lo recuerdas?
—Éramos mucho más mayores que ellos.
—Sí, pero cuando se ama de verdad no necesitas esperar tanto, ¿no?
Él la mira de una forma tan tierna que me hace pensar que esa tuvo que haber sido la mirada de la cual ella se enamoró.
Ella se sonroja y le sonríe confirmando mi teoría. Detrás de esas miradas debe de haber grandes historias.
Skyler ha sido un chico muy afortunado, ha tenido el privilegio de ver a sus padres juntos y de tener a su hermana a su lado. Su familia es esa clase de familia que todos quisieran tener, sus padres se aman hasta la muerte y sus hijos son más que increíbles.
—Aún no tenemos fecha —menciona Skyler, haciendo que me atore con lo que acabo de meterme a la boca. Me pega unos golpecitos en la espalda—. ¿Cierto, bebé?
Sigo tosiendo hasta que mi garganta digiere todo lo que tenía atorado.
¿Casarnos? Creía que eso no circulaba por su cabeza, ni siquiera circulaba por la mía. ¿Qué tipo de hombre es Skyler? Ni siquiera sé si pueda haber tipos de hombres, pero, ¿qué clase sería él?, supongo que del tipo que todas quieren tener.
Me pone nerviosa la idea de casarme, no es que no quiera, claro que quiero. ¿Quién no desearía casarse con Skyler Evans? Pero es demasiado pronto.
—Ah, sí, claro, aún no sabemos en qué día, ni a qué hora, ni en qué fecha —¡Rayos! ¿Qué acabo de decir?—, realmente falta que él me pida la mano.
Todos se ríen, Skyler me sonríe y me da un beso en la mejilla.
—Dejen en paz a mi novia —dice él, señalándolos con el tenedor—. Lo haré pronto.
—Creo que alguien está nervioso hoy —suelta Annie—, supongo que las bodas nos ponen nerviosas a todas.
Trago lo que tengo en mi boca, me mando un sorbo de mocktail y aclaro mi garganta:
—Sí, creo que es exactamente eso. Bueno, ahora es mi turno de las preguntas —les digo—. ¿En que trabaja señor Evans?
—En una fábrica de textil, soy el dueño.
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Imparable
Roman d'amourAudrey ha sido marcada por una tragedia familiar. Enfrentando el abuso y la pérdida. Esto lleva a Audrey a reconstruir su vida en Texas, dejando atrás un pasado oscuro. La trama se desarrolla entre recuerdos de su dolorosa infancia y la incertidumb...