Li Meiling se encontraba en esos momentos, frente a frente de quien fue una vez en su vida, el amor al cual se negaba a renunciar no tan fácilmente, después se dispuso a huir del lugar y ahora estaba de vuelta pero no en las circunstancias que hubiese querido. Días antes, quería su muerte, la muerte de Xiao en sus propias manos. Yukito y Yue lo impidieron y probablemente le salvaron la vida. Ahora era una prisionera enfrente de su enemigo; el enemigo de Shaoran. Xiao le observaba en un silencio ensordecedor. Cada dos minutos levantaba la vista a la joven y ella le observaba sin remordimiento pero su corazón latía a mil por hora y no era por amor. Era por temor: temor a la decisión que tomara. Temor a que la condenara a la muerte. Ahora, no quería morir. Era parte de algo importante. Tenía en los últimos días a amigos, a su familia a alguien importante. Pero ahora estaba frente a él nuevamente. No lo había visto después de que la hizo huir. Nada la prepararía para los acontecimientos que siguieran desde ese momento y cuando Xiao rompió el silencio. Después se preguntaría: ¿Cómo en algún momento pudo interesarse sentimentalmente en alguien como él?."
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-No podía creerlo cuando uno de los prisioneros dio los informes al nuevo jefe de la guardia, que fue una chica de rasgos chinos quien ingresó acompañada a los calabozos y liberó a alguien tan peligroso como Yamasaki, quien me lo hubiese dicho antes... no lo hubiera creído...
-¿qué es tan difícil de creer?- dijo Meiling observándole. Tenía guardias de lado y lado.
Sonriendo con malicia dijo- De todas las personas.... Tu de todos ellos... de todos mis enemigos...- acercándose- ahora la pregunta es ¿por que?
-¿por que quieres preguntar acerca de algo que sabes su respuesta?
-Tan pertinente como siempre- retirándose dos pasos atrás de la joven mientras lucía un rostro y sonrisa sutil de victoria.- Nunca dejas ir el pasado querida Meiling- observando los soldados- retírense...- los soldados no se movieron de sus puestos- ¿Me lo harán repetir nuevamente?- aquí ambos soldados se retiraron, quedando ambos a solas en el salón.
Caminaba alrededor de la chica que permanecía erguida y rígida como una estatua. Observando siempre delante, Meiling no admitiría delante de Xiao el miedo que sentía ante su presencia. cuando este colocó sus manos en los hombros de la chica, está se estremeció.
-Debes de preguntarte ahora mismo: ¿que piensa hacer conmigo ahora?- y bajando el tono de su voz dijo- Mi queridísima Lady Li, ¿Aun no me perdonas lo de la ruptura de nuestro compromiso?
-Eso quedó en el pasado, hace ya mucho tiempo...- dijo Meiling, de manera cortante.
-No es cierto- besando su mejilla sin retirar los mechones de su pelo que estaban en él. aun continuaba sosteniéndose sutilmente de los hombros de la chica- Una prisión no es el lugar de una dama de tu posición...Dame la localización de Li Shaoran y te dejaré en libertad...
-¡¡Jamás!!- dijo ella mirándole desafiadoramente.
-Eres rebelde y hostil...- separándose de ella y dándole el frente. cruzando sus brazos y mirándole fijamente dijo- Eso te diferencia de mi actual prometida: Ella no es rebelde y es algo hostil- sonriendo- lo admito; pero ella tiene el porte y el estatus de una reina...de mi reina...- haciendo énfasis en esto ultimo que provocó que Meiling le mirase.- lo demás puede ser corregido...
-La princesa Sakura no se doblegará a tus intereses...estás loco si piensas que podrás atarla a tu lado...
Riendo agregó- no se como pude alguna vez, fijarme en algo tan común y ordinario como tu... ella es una joya. además, "Mi Lady"... tengo una arma de mi lado: su hermano y la joven Mizuki... ¿o acaso me negarás mejor soborno para que se decida a darme el "si" en su momento que esos dos? ama a su hermano... Tukishiro estará muerto desde el momento que atraviese esa puerta... y Li Shaoran en ese punto me ayudarás dándome su localización... no quiero que intervenga o en todo caso, que me quite lo que es mío...
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La princesa del cerezo y el lobo rebelde
Hayran Kurgu"La confusión de sentimientos a partir de ese momento, no formaban parte del ser de Shaoran Li. Sus dudas se despejaron de si: Sakura no era una amiga, Sakura era, alguien especial del cual no quería alejarse nunca. Era de entenderse; por casi dos...