~* 6 años después, Nueva York*~
Es increíble cómo el tiempo pasó de rápido. Aún no puedo creer que llevase a cabo lo estipulado en aquel absurdo documento y toda mi vida se haya ido por el caño. ¿Qué pasó después de la increíble noticia de mi familia? Regresé a Nueva York y me encerré en mi pent-house por tres semanas, no los llamé, no me reporté, no salí. No hice nada. Mi padre vino en la cuarta semana lamentándose por todo, prometiéndome que aunque no llegara a cumplir con todo, el jamás me dejaría sin mi herencia. Acepté a regañadientes después de darme su discurso a cerca de la responsabilidad y terminé aceptando todas las condiciones. Tomé algunos cursos: Cocina, fotografía, publicidad; reportándome cada mes con mis padres sobre todas mis actividades, hasta que decidí entrar en la NYU para estudiar finanzas y marketing. Debo decir que fue un reto personal para mi y la impresión de mis padres al enterarse fue tan grande, que decidieron hacer una fiesta en mi honor. Hoy, seis años después, me gradué con honores de esta prestigiosa universidad con ofertas de trabajo en diferentes partes del mundo. Como no puedo acceder a las empresas de mi familia hasta no cumplir en la totalidad todo lo estipulado en el "contrato", la familia Williams me ofreció la dirección de su empresa con sede aquí en Nueva York. Al principio me negué al recordar la cláusula que mencionó mi madre, pero a la vez quería demostrarle a mi familia que si era capaz de ser independiente y salir adelante, por lo que al final terminé aceptando.
Mis padres como siempre, no querían dejar pasar por alto este grandioso día, razón por la cual decidieron ofrecer una gala en mi honor. Voy camino a la grandiosa gala con un vestido negro corte sirena, con transparencias y encaje. Me encanta porque se ajusta perfectamente a mi silueta y es un diseño exclusivo solo para mí. Al llegar mi padre me recibe con una enorme sonrisa y me ayuda a bajar de la gran limusina.
-. Te ves hermosa cariño- me da un beso en la mejilla-. Estoy tan orgullo de ti.
-. Gracias papi.
Caminamos por la gran alfombra roja, posando para lo fotógrafos de las revistas más importantes del país. Claro la menor de los Cranston por fin hace algo bien, por eso la mayoría de fotógrafos están hoy aquí. Sin tropezar llegamos a la entrada donde mi familia como siempre me espera con una enorme sonrisa.
-. Mi niña- mi abuela me abraza-. Estoy orgullosa de ti, al fin lo lograste.
-. Gracias abuela.
-. Hermanita.....- suspira mi hermano-. Te vez sexy en ese vestido, al parecer sigues siendo una Cranston.
-. Siempre tarado- río-. ¿Dónde está mi madre?
-. Recibiendo a los invitados cariño- contesta mi abuelo-. Creo que es el momento de halagar a la menor de los Cranston.
-. En eso estoy de acuerdo abuelo.
Reímos y todos juntos entramos a la gran gala. Presentaciones, saludos, halagos y recomendaciones, abarcaron gran parte de mi tiempo, pero por fin pude tomar un descanso. Me alejo de los invitados y decido ir hasta la gran terraza que ofrece este grandioso lugar, ubico una de las bancas y me siento en ella a pensar. Después de lo que parece un buen rato decido regresar a la fiesta pero mis pensamientos son interrumpidos por una voz.
-. ¿Abrumada por a fiesta?- pregunta y yo volteo al reconocer aquella voz. Nicholas Williams, el soltero más codiciado en Mueva York y mi peor pesadilla. Con tan solo veintiséis años, ya controla la mayor parte de las empresas de su familia, logrando duplicar sus ingresos, es el empresario del año y ¿como no? Mi futuro prometido si no encuentro a alguien con quien casarme en este año que me queda.
-. Más bien cansada- respondo cortante-. ¿Qué haces aquí?
-. Tú madre me invitó personalmente- dice arrogante y con una sonrisa en el rostro-. Sabes que nuestras familias son muy unidas.
-. No me digas......
-. Quería felicitarte personalmente por graduarte con honores- me dice-. Para ser sincero, creí que serías otra niña mimada de papá dispuesta a gastar toda su fortuna.
-. Gracias por tu honestidad- respondo sarcástica-. Y fíjate que no, decidí ser alguien en la vida y no una mantenida.
-. De eso me puedo dar cuenta.....
-. ¿Qué quieres Nicholas?- suspiro-. No nos vemos hace más de cinco años, si viniste hoy es porque tienes algún propósito.
-. Tienes razón- sonríe-. Tengo un propósito, pero no te puedo comentar a cerca de él, no todavía.
-. ¿Tiene que ver con el que haya aceptado la propuesta de tu padre de dirigir su sede aquí en Nueva York?
-. Tal vez si.... tal vez no- se burla-. Tengo que cumplir con algunos negocios y un contrato en particular.
Me tensé por la forma en que mencionó esa última frase. ¿Él sabe algo del contrato? ¿Acaso mi familia se unió con la suya en este complot en contra mía?
-. ¿Qué tipo de contrato?- pregunto curiosa.
-. Eso no te lo puedo decir pequeña- se acerca y yo me estremezco por el calificativo que acaba de emplear-. Pero te aseguro que no me iré de aquí hasta cumplir con él.
-. No....no te entiendo- logro decir
tartamudeando, tratando de dar un paso hacia atrás pero Nicholas es más rápido y me toma por la cintura-. Nicholas suéltame por favor.-. Estás hermosa....- susurra en mi oído y yo me estremezco por su contacto-. Y.... te aseguro de que volverás a ser mía.
Mis piernas flaquean al sentir su boca contra mi oreja, pero luego recuerdo de que este hombre es un mujeriego de mierda que solo busca sexo por una noche y yo no soy una de sus amiguitas.
-. ¡Aléjate de mi!- exclamo mientras lo empujo-. ¡Que sea la última vez que me tocas Nicholas Williams! Yo no soy una de tus putas, a mi me respetas.
-. Grace....- me llama pero estoy roja de la furia que tengo.
-. No te quiero volver a ver Nick- digo-. Siempre es lo mismo contigo, nunca tomas nada enserio. Por eso terminamos, siempre seduces a las mujeres para que caigan a tus pies y luego las vuelves mierda. Me engañaste más de una vez, pero ya no soy la misma niña ingenua. No sé de que contrato hablas, pero en lo que a mi respecta, prometo encontrar a un hombre que me sepa valorar y me respete, porque ni loca me pienso casar con alguien como tú.
Lo empujo lejos y camino de regreso a la fiesta, dejando a Nick sorprendido por lo último que dije. Tal vez metí la pata mencionando el contrato y el no se refería exactamente a lo mismo que yo, pero ahora tengo la misión de mi vida: encontrar a un esposo en este año que me queda, o sino para mi desgracia me convertiré en la señora Williams.
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Atados por el destino (libro #1)
Romance-. ¡Papá no me puedes hacer esto!- me quejo con lágrimas en los ojos-. ¡Es mi vida! ¡Mi futuro! -. Lo siento hija- dice con lágrimas en los ojos-..... pero debes firmar. -. ¿No hay otra solución? -. Me temo que no. Resignada con esta discusión, tomo...