Llegamos a Bristo entre bromas y risas. No recordaba lo bien que era estar a su lado, siempre haciéndome sentir como la única en su universo. Lastimosamente ya no soy la misma niña ingenua de 18 años que se dejó engañar por su patético novio a quien le juró amor eterno, para luego acostarse con su mejor amiga. Suspiro al recordar aquellos tiempos, mi humor cae en picada y ya no sé si quiera estar aquí.
Nicholas me guía hasta el elegante restaurante donde un mesero nos lleva hasta la mesa que reservó Nicholas. No me extraña que sea la misma mesa en la cual nos sentábamos como dos tórtolos enamorados cada vez que veníamos a cenar aquí, ya no sé si esto sea correcto. Me siento en una de las sillas y recibo amablemente la carta que me dio el mesero, mi humor cayó en picada y ya no tengo hambre.
-. ¿Estás bien?- pregunta Nicholas preocupado.
-. No...no lo sé Nick- logro decir con un hilo en mi voz-. ¿Por qué nos sentamos aquí?
-. Es tu mesa favorita Grace- dice-. Quería que estuvieses cómoda.
-. Si, lo era. Cuando éramos novios, aquí me juraste amor eterno ¿o no te acuerdas?- digo algo molesta-. Esto del todo menos cómoda.
Iba a decir algo pero el mesero llegó por nuestros pedidos. Una vez se alejó de la mesa, Nicholas tomó mis manos entre las suyas.
-. Grace, lo siento mucho- continúa viéndome a los ojos-. Por supuesto que me acuerdo, fue una noche especial para los dos. Solo quería hacerte sentir bien, lo siento mucho.
-. No te preocupes- digo quitando mis manos de las suyas-. Igual esto no es una cita, no tenías porque esforzarte tanto.
Nicholas frunció el ceño y vi cómo tensó su mandíbula. El mesero llegó con nuestros pedidos y comimos en silencio, nadie dijo nada y así lo preferí. No sé porque algo dentro de mi me dice que Nicholas no vio esta salida igual que yo. Y si.....la mujer de la cual sigue enamorado soy yo. No, no puede ser. Porque si hubiese sido yo, no hubiese esperado tanto tiempo para venirme a buscar.
Terminamos de cenar y me llevó hasta mi pent-house, en el camino estábamos absortos en nuestros pensamientos, cuando en la radio empezó a sonar Faded, de Alan Walker. Subí el volumen y empecé a cantar a todo pulmón mientras intentaba bailar. Al parecer eso hizo que Nicholas se ablandara y empezara a reír.
-. Olvidaba lo graciosa que sonabas cada vez cantabas- ríe.
-. ¿Ahora sí me hablas?- pregunto dejando de cantar y cruzando los brazos sobre mi pecho-. Porque me ignoraste casi toda la cena.
-. Lo siento Grace- dice mirando de nuevo hacia el frente-. Es que pensé...ya sabes... quiero empezar de nuevo contigo Grace.
-. ¿A qué te refieres?- pregunto incrédula.
-. Quiero volver a ganar tu confianza Grace- explica mirándome a los ojos, no supe en que momento habíamos llegado a mi apartamento-. Sé que te hice mucho daño en el pasado y créeme que me arrepiento por todo y te juro que he cambiado. Vamos a trabajar juntos durante todos estos meses, al menos por favor permíteme volver a ser amigos. Por favor.....
Lo miré directamente a los ojos. Esos ojos verdes que tanto me fascinaron y que ahora me miran con súplica y desespero. Han pasado muchos años desde lo que pasó, tal vez es hora de olvidar todo y seguir adelante ¿no? ¿Qué tan malo puede ser?
-. Está bien...- concedo con una sonrisa-. Intentémoslo de nuevo. Quiero ver que de verdad hayas cambiado Nicholas, no me quiero arrepentir de esto.
-. ¡Gracias Gracie- exclama con una sonrisa-. Te juro que no te vas a arrepentir.
Me acerco para darle un beso en la mejilla de buenas noches, pero al estar mucho más cerca el voltea su cara rozando nuestras narices. Siento como mi cuerpo empieza a reaccionar ante este mínimo toque, nuestros ojos se conectan y no apartamos la mirada durante lo que parecen ser unos minutos. Mi corazón está acelerado y mi respiración empieza a agitarse, Nicholas se acerca aún más a mi y me da un beso en la frente, me mira nuevamente y me susurra:
-. Descansa pequeña.
Yo asiento aturdida por lo que pasó y sin más salgo de su carro. Camino sin mirar atrás y me sumerjo en mi edificio tratando de procesar lo que acaba de pasar.
***
Despierto confundida y sin ánimos de ir a trabajar. Apago mi alarma y decido dormir solo unos minutos más.
Vuelvo a despertar por el sonido del timbre.... quien carajos de despierta a esta hora de la mañana, de seguro todavía son la séis. Tomo mi celular y me levanto de un salto al ver la hora. 7:50 am, tengo tres llamadas perdidas de Nicholas y dos de mi hermano. Me levanto y corro hasta la puerta principal para recibir a mi invitado inesperado. Al abrir me encuentro a Nicholas con un traje gris el cual se amolda a su perfecta figura. Dios.... detesto que sea tan perfecto y que llegue a confundirme.
-. ¿Todavía no estás lista?- pregunta frunciendo el ceño y mirándome de arriba a abajo haciéndome sonrojar.
-. Yo...eh... me quedé dormida- logro articular-. Dame veinte minutos, pasa y siéntate.
Nicholas me barre con la mirada una vez más y yo corro hasta mi habitación. Me doy una ducha rápida y justamente luego de veinte minutos bajo con mi bolso y mi saco, lista para trabajar.
-. Estás hermosa...- dice Nicholas con una sonrisa-. Vamos, ya es tarde.
Se acerca y me da un beso en la mejilla y luego salimos de mi pent house rumbo a La Oficina. En el camino reíamos y contábamos como en los viejos tiempos. Nicholas paró en una pequeña pero acogedora cafetería para que pudiese desayunar algo, ya que no me dio tiempo de si quiera preparar café. En el camino recuerdo las llamadas perdidas de mi hermano así que decido marcarle. A los dos pitos contesta:
-. ¡Grace Elizabeth!- exclama mi hermano irritado-. ¡¿ por qué no contestas mis llamadas?!
-. Lo siento hermanito- digo con tono dulce-. Pero me quedé dormida y tuve que correr al trabajo.
-. ¿Ya te están explotando pequeña Grace?- se burla-. Vaya....por fin conoces lo que es el trabajo de verdad.
-. Qué quieres Tyler- gruño y oigo su risa al otro lado de la línea-. Espero que sea importante.
-. Oh hermanita, claro que lo es- dice-. Encontramos algo en el contrato que nos puede ayudar, pero para eso necesitamos un aliado.
-. ¿Un aliado?- pregunto confundida y veo cómo Nicholas pone atención a mi conversación.
-. Tiene que ver con Nicholas, Grace- suspira mi hermano-. Mira, prometo contarte todo, estoy a punto de despegar para ir a Nueva York. Pero cuando llegue, Nicholas debe estar informado de todo lo relacionado con el contrato.
-. Pero...
-. Sé que es complicado pequeña- me anima mi hermano-. Pero el abogado encontró algunos vacíos que ayudarán a que cumplas con el contrato sin salir perjudicados. Al parecer nuestra madre estaba tan segada por todo el dinero que no se dio cuenta. Pero si llegamos un acuerdo con Nicholas, podemos ser libres.
-. Está bien- suspiro-. Creo que cuando llegues, es mejor hablar mi pent-house.
-. Estoy de acuerdo contigo pequeña- dice Tyler y oigo como lo llaman, al parecer está a punto de abordar-. Mi padre está al tanto de todo, nos apoya, así que no tienes que preocuparte. Solo encárgate de decirle todo a Nick y cuando llegue les explicó el resto. Te quiero, nos vemos en unas horas.
-. Yo también-. Dice y cuelga.
Guardo mi celular en mi bolso y suspiro. Estoy demasiado intrigada y el que Nicholas tenga que ver con todo esto, me altera aún más.
-. Gracie, ¿estás bien?- pregunta preocupado.
-. Si...solo es que...no te he dicho algo súper importante Nicholas.
-. Me estás asustando Grace.
-. Nicholas tenemos que hablar.

ESTÁS LEYENDO
Atados por el destino (libro #1)
Romance-. ¡Papá no me puedes hacer esto!- me quejo con lágrimas en los ojos-. ¡Es mi vida! ¡Mi futuro! -. Lo siento hija- dice con lágrimas en los ojos-..... pero debes firmar. -. ¿No hay otra solución? -. Me temo que no. Resignada con esta discusión, tomo...