Atados por el destino (libro #1)

Capítulo 37: una nueva oportunidad parte 2.

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Nicholas y yo decidimos tomarnos un par de semanas para nosotros dos como plan de conciliación. No había contacto con ninguna de nuestras familias, dejamos a Anastasia y a Hannah a cargo de las empresas y lo más importante, no teníamos a los molestos paparazzi. Bora Bora es el mejor lugar para lograr la tranquilidad que ambos necesitábamos, mi embarazo está muy avanzado y tiendo a cansarme mucho, por lo que agradezco que podamos disfrutar de nosotros dos.

Nicholas está en el agua, dándose un chapuzón, mientras que yo estoy recostada en una de las tumbonas que colocamos, acariciando mi barriga.

Lucy da una patadita haciéndome sonreír, siento que cada día la amo más y no espero el momento para tenerla en mis brazos.

-. Creo que Lucy te distrajo otra vez – mi sexy esposo está frente a mí solo con su bañador, haciéndome babear al instante. No sé por qué cada día está más bueno que antes... ¡Debería ser un delito! Pero al menos agradezco de que solo sea para mí.

-. Está pateando un poco fuerte – sonrío-. Creo que también está impaciente por conocernos.

-. Creo que me volverá loco – murmura con una sonrisa mientras reparte besos por toda mi barriga de embarazada-. Nunca le podré decir que no y eso es un gran problema.

Solo puedo reír por lo que acaba de decir.

-. Serás un excelente padre -murmuro mientras acaricio su cabello-. Un padre amoroso, respetuoso, sobreprotector que no dejará que nada malo le pase a nuestra hija.

-. Te amo.

-. Y yo a ti.

-. ¿Has pensado algo sobre lo que te dije el otro día?

-. La verdad sí- suspiro-. Y tienes razón, creo que es momento de enfrentarlo.

Antes de tomar el vuelo rumbo a Bora Bora, Allison y Patrick se presentaron en nuestro hogar. Ambos querían hacer las pases conmigo y dejar atrás el pasado atrás, pero algo dentro de mí simplemente no los quería escuchar. Sé que ellos al igual que yo, merecen ser felices y me siento un poco egoísta al no permitírselos, es por esto por lo que Nicholas me animó a dar el primer paso y eso justo lo primero que haremos una vez regresemos de nuestras vacaciones a Londres.

-. De acuerdo bonita – me besa-. Creo que debemos entrar, no quiero que te enfermes y debemos terminar de empacar, mañana volvemos a casa.

Hago un ridículo puchero, no me quiero ir de aquí.

-. No me quiero ir.

-. Sabes que podemos venir cuando queramos cariño, la próxima vez, vendremos junto a nuestra princesa.

Estiro mis brazos y Nicholas me carga como a una princesa. Debo pesar un montón, pero he sabido superar mis inseguridades y ahora sé que mi esposo me ama por como soy y no por como veo físicamente.

Me lleva directamente hasta el baño de nuestra habitación donde me ayuda a desvestirme mientras cómo puedo lleno la tina. Una vez ambos estamos desnudos y la tina tiene los baños que a mí tanto me fascinan, me ayuda a entrar en la tina, recostándome sobre su pecho.

-. Tengo que decirte algo.

-. Mmmmh...

-. Sé que antes de que nos diéramos un tiempo, estabas encantada con una casa a las afuera de la ciudad, siento que no hayas podido ir a verla conmigo.

-. Supongo que tendremos que buscar otra – me encojo de hombros-. No creo que siga en el mercado, es una casa asombrosa. Puedo seguir buscando...