Atados por el destino (libro #1)

Capítulo 8: Daisy esta aquí....

No me quiero levantar de esta cama tan cómoda, ayer comimos, hablamos de todo y bebimos y hoy simplemente amanecí sin ganas de ir a trabajar. Siento una presión en mi espalda que me impide hacer cualquier movimiento, creo que algo no quiere que escape. Me volteo lentamente y me encuentro con el rostro de Nicholas perfectamente dormido y su brazo arropando mi cintura. Sonrío al verlo tan despreocupado y relajado, definitivamente luce aún más joven.

Ayer después de una gran discusión, decidí que por fin dormiría con él, pero que no se emocionara mucho porque no estaba lista para tener de nuevo sexo con él. Claro que después de la cena y su comportamiento, decidí darle una oportunidad a este matrimonio, así que a partir de hoy actuaremos como una pareja de recién casados. Han pasado más de siete años desde que lo nuestro terminó, creo que es suficiente para dejar de lado el rencor y empezar nuevamente.

Nicholas se remueve y me aprieta aún más, lo cual me hace reír, poco a poco abre sus hermosos ojos regalándome una sonrisa al despertar.

-. Buenos días cariño- ronronea con voz grave y sexy-. ¿Puedo saber de qué te ríes?

-. Me aprietas como una papa a la francesa Nicholas- me burlo-. Me dejarás sin oxígeno y tengo que manejar un imperio.

-. Es que no te quiero dejar ir- susurra contra mi cuello, haciendo que diferentes sensaciones recorran todo mi cuerpo-. Me siento a gusto teniéndote de nuevo a mi lado.

-. Eres el dueño cariño- me río-. Pero sin mi, podemos ir a la quiebra y no creo que eso le guste a tu papá.

-. Mmmm....- Nicholas empieza a dejar besos por todo mi cuello, mi mejilla, mi nariz y finalmente mi boca. Es agradable sentirlo de nuevo conmigo, pero no puedo dejar que esto siga a mayores...debemos parar.

-. Ni...Nicholas- suspiro cuando muerde mi labio inferior-. De...debemos ir a trabajar.

-. No quiero...-sigue dejando un camino de besos por todo mi cuerpo y yo ya simplemente no puedo parar. Empieza a subir mi camisón lentamente y sus manos empiezan a jugar con todo mi cuerpo-. Eres tan perfecta....

Debo parar esto, Dios debo hacerlo. Todavía no estoy lista para entregarme de nuevo a él, todavía no. Trató de empujarlo pero es más fuerte que yo y no puedo hacer mucho para quitarlo de encima de mi.

-. ¡Nicholas basta!- exclamo agitada-. Te dije que retomaríamos esta relación poco a poco, no quiero cometer los mismos errores otra vez.

Nicholas se levanta de inmediato completamente agitado, se pasa sus manos por toda la cara y luego suelta un gemido de frustración.

-. Lo siento Gracie- explica preocupado-. Lo siento de verdad, me dejé llevar y no me acordé de nuestro acuerdo.

-. Te dije que quería empezar despacio- explico suavemente-. Pero entiendo que te hayas dejado llevar. Ahora creo que necesitas una buena ducha de agua fría.

Me río y señalo su marcada erección, Nicholas se da cuenta y se avergüenza inmediatamente. Se levanta de la cama con una almohada tapando su zona intima lo que causa que suelte una gran carcajada. Se acerca por última vez a mi pidiéndome un beso, el cual concedo amablemente, para luego desaparecer en nuestro gran baño.

***

Todo el mundo nos observa, somos la gran sensación en la empresa y claro que el gran anillo que llevo en mi dedo no ayuda demasiado. Llegamos a La Oficina y de inmediato todos los ojos posaron sobre nosotros. Nicholas tiene una gran sonrisa en el rostro mientras vamos camino a nuestro piso con nuestras manos entrelazadas. Es increíble que todavía los paparazzis no nos hayan empezado a acosar, después de todo, mi hermano era el encargado de esparcir la noticia.