Capitulo 10

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Chris.

El avión aterrizo y quien me recibió fue nada más y nada menos que mi Pá Noé así que de inmediato mi instinto me hizo suponer que algo estaba muy mal como para que él fuera el que recibiría.

-¿encontraron a Lanna? – pregunte al subir al auto y sentarme en el asiento de copiloto.

-no Chris – el dijo y encendió el auto, luego voltio a verme – a tu hija la secuestraron – apreté los puños, quería saber ¿Quién era capaz de secuestrar a una niña de tres años?

-quiero ir a ver a mi esposa – le dije.

-Chris, no le digas nada a Alanna ella esta devastada y no haya que hacer así que no la sofoques con preguntas - ¿Cómo podía el pedirme eso? Lo que yo mas quería saber era como habían pasado las cosas.

-tratare pero no prometo nada – le dije.

-las cosas que quieras preguntar, pregúntamelas a mí, te diré lo mismo que escuche que ella respondía a todos – me parecía muy bien así que comencé a escuchar la explicación de Pá Noé y a medida que lo escuchaba surgían mas y mas preguntas, sin darme cuenta ya estábamos en el estacionamiento del edificio.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron y entre al Pent- House vi a mi familia y a parte de la familia Alanna, pero no vi a mi esposa.

-¿y Alanna? – pregunte y todos me dijeron que estaba en mi cuarto, subí las escaleras corrieron.

Entre en mi cuarto y ella no estaba, entre al baño de nuestro cuarto y no estaba, así que de inmediato pensé que estaría en el cuarto de Lanna y sí, hay estaba acostada en la cama abrasando el peluche que ella le había hecho cuando la adoptamos, estaba de espalda a la puerta así que no me vio llegar, podía escuchar como sollozaba con su llanto, sentí un nudo en el pecho al no poder haber estado con ella, me senté a su lado y coloque mi mano en su brazo, ella voltio a verme y tenía los ojos llenos de lagrimas, estaban rojos de tanto llorar.

-no quiero más regaños – fue lo primero que me dijo y entonces comprendí que había recibido muchos regaños de mi familia.

-no lo hare mi amor – le dije y la abrase, la apreté fuerte contra mí, quería que supiera que yo estaba ahí para apoyarla, llore con mi esposa, al igual que ella quería saber ¿Quién tenía a nuestra hija? ¿En dónde estaba? ¿Y porque la tenían?

Christal comenzó a llorar, y Alanna no estaba en condiciones de atenderla así que yo como no la había visto quería ocuparme de mi hija, subí a su cuarto y la vi en su cuna, ella lloraba y lloraba, la cargue y el olor a pañal sucio me llego así que busque crema, pañal y toallas húmedas.

-mi hermosa hija, no sabes cuánto te extrañe – ella me miraba ya no lloraba – aunque a tus pañales sucios no – le dije, una lagrima escapo de mi ojos – extraño a tu hermana, me siento muy mal por no saber donde esta, se que tú la extrañas tanto como yo aunque ella te hace maldad – mi hija hacia puchero como si quisiera volver a llorar – no llores hermosa, tu mama y yo trabajamos por encontrarla – le dije y apenas termine de cambiarla la tome entre mis brazos.

-traje el tetero de compota de la bebe – entro Chloe con un tetero en la mano me lo dio, me senté en la mecedora para darle de comer a Christal. – se que te sientes impotente, hermano pero debes tener fuerzas por Alanna – me dijo al ver como mis lagrimas corrían por mi mejillas sin poder contenerlas – ella no te puede ver así – mi hermana tenía razón.

-por eso lloro cuando ella no está para verme – dije mirando comer a Christal – se que Alanna se siente culpable, pero me siento más culpable, yo la llame y la distraje si ella no me hubiera contestado, ella no hubiera descuidado a mi hija.

Zero to OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora