Zero to One

Capitulo 17

Alanna

Transcurrían las semanas y mi vientre cresa y crecía ya con cuatro meses y sentía como el bebe se movía dentro, sentía como si fuera un pescado en una pecera, la primera vez que se movió fue cuando Chris coloco su mano sobre mi barriga, eso lo emociono tanto porque el también lo sintió, incluso comenzó a ir conmigo más seguido.

-levante sus brazos suavemente y inhalen exhalen – nos dijo la instructora de yoga también estaba embarazada y ella nos mostraba como traer al bebe un poco más relajado - bueno chicas eso es todo por hoy – nos dijo y me levante tome mi colcha.

-¿Cómo te sentiste Alanna?- tenía una compañera de yoga que tenía el mismo tiempo de embarazo que yo.

-bien, ultima mente el bebe se mueve mucho – ella sonrió.

-si así está el mío – sonreímos -¿y tu esposo? – me pregunto

-no pudo venir hoy, las niñas querían ir a comer a la calle y el las llevo – ella sonrió.

-es hermoso que tengas dos hijas mas porque tienes más experiencia – sonreí mientras caminábamos a la salida. – oye que tal si nos vemos entre semana para comprar cosas de bebes – ella era muy amable.

-si, me parece divertido – le dije y salimos del instituto, en eso vi la camioneta de Chris – ya me voy, me vinieron a busca – le dije y me despedí de ella con un beso en la mejilla.

Camine a la camioneta Autana me senté en el copiloto, salude a mis hijas que estaban sentadas en la parte de los asientos de atrás.

-¿no saludas a tu esposo? – dijo Chris y le sonreí le di un beso.

-mami eso es guacala – dijo Lanna, Chris y yo sonreímos y el condujo en dirección al Pent-house.

-se me antoja comer una ensalada cesar – dije y Chris voltio a mirarme.

-¿llamo a Mary para que la valla haciendo? – me pregunto y me negué.

-no, no, vamos a un restaurante – le dije y él me sonrió.

-si es un antojo como creo que es, vomitaras – me dijo y cruce mis brazos.

-bueno es lo que hacemos las mujeres embarazadas – le dije y cruce mis brazos.

-bien, iremos – dijo

Estando en el restaurante pedí la ensalada y un jugo de naranja para mi esposo y para mí, las niñas solo querían comer una torta de chocolate así que las pedí para ella.

-¿esta bueno? – me pregunto Chris al verme comer como si tuviera años que no lo hacía.

-la verdad si – le dije, lo vi sacar una bolsa pequeña de plástico para mi, él sabía lo que venía después que me comiera la ultima cucharada de ensalada.

Y lo que él se suponía paso, tome la bosa y corrí al baño, la bolsa es por si no me da chance de llegar a un lugar y vomitar, lo podía hacer en la bolsa, lo que más odio de los antojos es vomitar todo lo que me comí con tanto deseo, el jugo de naranja siempre lo dejaba para el final, para que me quitara el sabor horrible del vomito. De regreso a casa hablaba con Chris de cómo me había ido en mi clases de yo.

-mi compañera Lucia me invito a salir en la semana a comprar ropa – le dije y él me sonrió.

-es perfecto, que hagas eso con mujeres que estén pasando por lo mismo que tu – voltee y lo vi.

-¿Qué estén pasando por lo mismo que yo?- le pregunte.

-si, me refiero a lo de la maternidad y el embarazo – dijo tratando de que no me molestara.