Capitulo 23

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Chris.

Las niñas cumplieron años, Lanna cinco años mi pequeña como había crecido tan rápido, mi Christal, ya tenía dos y estaba más hermosa y más grande con esos bellos ojos que saco de su madre cada día, y mi hijo con solo cuatro meses de nacido y al fin estaba en su primera celebración, familiar.

Y así fueron creciendo mis hijos, en un abrir y cerrar los ojos estaban muy grandes, Lanna tenía trece años y estaba pendiente de verse bien, de echarse miles de cremas para las espinillas, ya casi no hablábamos si no era para preguntarme algo de química o física, mi Christal la niña más hermosa que de la noche a la mañana era más hermosa que el sol, con esos ojos azules parecidos a los de su madre y su cabello dorado que le daba un toque parecido al de mis hermanas, aun así se parecía mucho a su mama, ella no dejaba de ser tierna con diez años algunas veces se sentaba a mi lado cuando yo trabajaba en mi despacho y me preguntaba si ¿necesitaba ayuda? Se ponía arreglar mis libros por orden alfabético, mi hija era tan hermosa y tan tierna que me parecía tan frágil, me jure que nadie la iba a lastimar, porque estaba seguro que muchos se querrían aprovechar de ella por su belleza y su inocencia y como su padre no podía permitir.

Por otro lado estaba el más pequeño de la escuela, quien siempre estaba escondiéndole las cosas a Lanna, y ese era mi hijo Christian, mejor conocido como Chris Junior, mi hijos me acordaba a mí a su edad, yo siempre molestaba a mi hermana Chloe, y lo mismo hace el con Lanna, el siempre decía que sería como yo cuando fuera más grande y eso me ponía muy, muy orgulloso incluso lo llevaba a la empresa y mi hijo a la edad de ocho años y medio trataba de seducir a cada mujer de la oficina y su inocencia lo lograba, todas las mujeres se derretían con verlo, pero no era por lo sensual sino por lo chistoso que el resultaba cuando las pretendía, muy enamorado y el consentido de Alanna. Mi hijo era muy parecido a mí físicamente, bueno eso decían las personas solo que la tenia los ojos verdes oscuro.

Pero mi Alanna que aunque tenía más años de cuando me enamore de ella, aun así se veía hermosa, y aun así sentía atracción sexual por ella, habían muchas cosas que la preocupaban, la principal de ellas es que tenía que decirle a Lanna la verdad y aun no lo había podido decidir hacer, yo no lo hacía porque ella aun no estaba preparada, muchos deciden adoptar y nunca decírselo a su hijo, pero para Alanna decirle a Lanna se significaba algo, porque sus padres se lo dijeron a ella así que era justo que Lanna supiera la verdad de su vida, por más dolorosa que es, al final , mi nana René siempre me dijo que entre cielo y tierra no hay nada oculto, y ella nunca se equivoca, Lanna tarde o temprano se enterara de la verdad le teníamos que decir ¿o no?

-no quiero decirle Chris, no estoy lista además para como es Lanna seguro nos va a odiar – eso era lo que le preocupaba mas a Alanna, que Lanna la llegue a odiar.

-ella no va a odiarnos, quizás se enoje por ocultárselo pero al final comprenderá que si no éramos nosotros otra familia lo iba hacer – le dije y detuve la camioneta.

Muchos años después.

-abuelo, dile a Rick que no me moleste – hay estaban nuestros nietos visitándonos en Malibu, la casa que perteneció a los padres de Alanna, y la misma que fue el hogar por años de la Sra. Clara.

-Alarick deja a tu primo y ve a jugar con los demás – Alanna estaba un poco más vieja igual yo, pero aun ella mantenía el espíritu de joven, y esos hermosos ojos azules que alimentaban mi alma.

-cariño, ven vamos a caminar por la playa mientras el atardecer comienza – cada día sin falta veíamos el hermoso atardecer era como nuestro programa favorito y sin falta lo veíamos.

-espera, voy por el paraguas que esta por llover y ya no estamos para mojarnos como antes – ella se preocupaba por mí y yo por ella.

La tome de la mano y caminamos por la playa hasta nuestra roca favorita, nos sentamos y observamos el sol ocultarse.

-esto es hermoso – amaba escucharla decir eso.

-sí que lo es vieja, sí que lo es.

Caminamos por una vez más por la playa y me detuve para verla a los ojos. Era como ver a mi Alanna joven, mi Alanna de hace más de veinte años.

-siempre serás hermosa.

-y tu siempre serás perfecto.

Nuestra vida siempre fue como un partido de beisbol donde están en el último inning cero a cero, no hay hombres en base pero hay dos out llega un héroe, el héroe del juego y mete un jonrón, entonces el marcador cambia Cero a Uno. Yo era el cero y Alanna era el uno que necesitaba en mi vida para ganar o en este caso perder mi corazón, porque se lo aposte a ella y ella lo gano.

Fin


Zero to OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora