Primer Impulso (CAMREN) Adaptación

CAPITULO 1

_¡Cabron ¡ ¿Cómo te atreves a tratarme así? _ murmuro Camila Cabello, mirándose al espejo del cuarto de baño. Le sacudió el recuerdo de la reciente infidelidad de su ex novio Shawn y se apresuro a pintarse los labios con mano temblorosa, procurando no lastimarse el labio herido. Comprobó el maquillaje; pero tenía la mejilla hinchada.

Se le hacía tarde. Bajo los tres pisos de su apartamento y en la calle detuvo a un taxi para ir al restaurante Pacific Heights de Unión Street. Era lujoso y estaba de moda, perfecto para el tipo de nuevos ricos estirados con los que a Shawn le gustaba codearse.

Se le encogió el estomago cuando el pretencioso maître la saludo y le mostro la mesa de Shawn. Lo siguió por el bar forrado de espejos hasta la zona oscura y sombría del comedor, donde Shawn Méndez ocupaba su mesa habitual en el medio de la sala. La mejor para ver y ser vistos por los colegas. Shawn estaba bebiendo su primer o segundo Martini con Grey Goose. A Camila nunca le había gustado aquel lugar, sobre todo por su clientela de farsantes.

_¡Cariño! Me estaba preocupando tu tardanza._ Shawn se levanto, le aparto la silla a Camila y despidió con un gesto al camarero. A continuación se sentó, frotándose el cuello, y tomo otro trago de Martini.

_ ¿Qué quieres tomar? ¿Una copa de vino? ¿Un coctel?_ Camila lo miro y luego se dedico a analizar la carta de vinos. Shawn estaba nervioso y se mostraba solicito hasta el servilismo. No había repetido aquellas actitudes masculinas con ella desde su primera cita.

_Una copa de Wilson Zinfandel, por favor._ A Camila le sorprendió que Shawn pidiese otra ronda y que sudase tanto. Sin duda, estaba nerviosísimo y se sentía culpable por algo. Camila se reclino en la silla y espero a que Shawn hablara.

Shawn le guiño un ojo, como si compartiesen un secreto.

_ he pedido ostras. Acaban de llegar de Chesapeake bay._ Camila reprimió las ganas de abofetearlo.

Cuando apareció el camarero con las bebidas, Camila pidió una ensalada Cesar. Todos los aperitivos de aquel restaurante sabían igual. Bebió un sorbo de vino y se fijo en que Shawn tomaba mas Martini. Estaba estérico, y Camila se pregunto si seria porque ella lo había dejado. <<seguramente no. Ni siquiera ha visto las marcas en mis labios>>.

_Shawn no se cómo has podido tratarme así._ Shawn enrojeció bajo el bronceado.

_Camila, ya me he disculpado por esa pequeña indiscreción. ¿Por qué no lo olvidamos? Me ocupare de que despidan a mi "equivocación". ¿Te parece?_ dijo Shawn.

_¡Dios mío! ¿Ella también trabaja en la agencia de corredores de bolsa? ¿Qué pretendías hacer, montar un haren?_ Shawn le dedico su mejor expresión de cachorro herido.

_Por favor, Camila _suplico Shawn. Camila se inclino hacia delante.

_Shawn, se acabo el "por favor, Camila". Los encontré en la cama haciendo el amor. Y las drogas, ¿eran cocaína? ¿Te extraña que me enfade? Eres mí... rectifico: ¡eras mi novio, por Dios bendito!_ Camila se sentía cada vez mas idiota. ¿Cómo había estado tan ciega?.

Llegaron las ostras y la ensalada, y los dos se callaron. Shawn pidió otro Martini y apuro el que le quedaba.

_Fue un error, un disparate. No lo volveré a hacer._ Camila bebió otro sorbo de vino y probo la ensalada para calmarse. La noche estaba resultando tan horrible como lo había previsto. Y Shawn se dedicaba a tragar ostras y beber Martini como si no hubiese ocurrido nada.

_Fui a tu casa porque estaba preocupada por ti. Llevabas veinticuatro horas sin responder a mis llamadas. Y encontré la puerta principal entreabierta. Creí que te había ocurrido algo. Y entonces te encontré follando en la cama que compartíamos. ¿Cómo fuiste capas?._ Camila aparto el plato y cogió la copa. No bastaba con desear que no le temblase la mano, así que se concentro en no arrojar el vino sobre el traje hecho a medida de Shawn ¿para qué desperdiciar un buen vino?. Shawn desvió la vista del plato de mala gana.