Primer Impulso (CAMREN) Adaptación

capitulo 14

 Cuando la limusina arrancó, Lauren volvió la cabeza y vio que las seguía un sedán negro. No le sorprendió.

Veinte minutos después llegaron al edificio del Banco de América. Harry los esperaba fuera y Camila salió a saludarlo, mientras Lauren hablaba unos instantes con la conductora.

—¿Has visto que nos siguen? Vigílalos. Gracias, Normani._ Normani, una colega de Lauren que iba vestida de librea para pasar por conductora, asintió.

—No me extrañaría que os vigilasen dentro. Será mejor que inventes una historia para disimular. —Normani cerró la puerta de la limusina y saludó llevándose la mano a la gorra. Cuando Lauren se reunió con sus amigos, Harry le ofreció un brazo a Camila y otro a ella, y los tres se dirigieron hacia los veloces ascensores sin perder detalle. Harry exhibía una sonrisa de satisfacción que nada podría borrar.

—¿Dónde está ese hombre tan misterioso, Harry? —Bromeó Camila—. Empiezo a pensar que es producto de tu imaginación.

—Subió a reservar una mesa junto a la ventana. Es banquero y esto es un club de banqueros. Además, no quería perder la ocasión de que toda esta gente me envidie, ni en un millón de años._ Lauren y Camila se miraron por encima de la cabeza de Harry, y Camila guiñó un ojo. A continuación, se dedicó a mimarlo: le quitó una mota imaginaria del hombro, le arregló la corbata, se acercó a él y lo besó en la mejilla. Harry estaba rojo como un tomate cuando se abrió la puerta del ascensor, y Lauren se rió de los dos.

—Caramba, señor Styles, este sitio tiene mucha clase —exclamó Camila—. ¡Me encanta!._ Harry puso los ojos en blanco y dijo:

—Bueno, bueno. ¡Me rindo!._ La recepcionista les indicó su mesa, en la que había un hombre contemplando la espectacular vista de la ciudad. El hombre se volvió al oír la voz de Harry. Camila ahogó un grito.

—¿Louis del Rugby?._ Louis también se sorprendió.

—¡Vosotras dos! ¡Las bellezas de mi casa! Increíble._ Tras sentarse, le explicaron a Harry cómo se habían conocido. Camila bromeó:

—Creímos que querías ligar con nosotras, Louis. No se nos ocurrió que te dedicases a levantar piezas para tus compañeros de equipo.

—Y no lo hago. Todo el equipo es gay. Creí que erais una pareja de raras y que os gustaría vernos jugar._ Lauren miró a Camila cuando oyó lo que Louis había dicho, pero se apresuró a desviar la vista. Camila se dedicó a contemplar la perspectiva, así que Lauren se dio cuenta de que también ella lo había entendido. Ojalá que Camila estuviese a la altura y no soltase algo comprometedor.

Un movimiento en la visión periférica de Lauren hizo que se fijase en dos hombres que se hallaban sentados en la mesa más próxima. «La sala no está llena. ¿Por qué se han sentado ahí?» Una afinada alarma sonó en su cabeza, así que se disculpó y se dirigió a los servicios, que estaban detrás del maître. Habló con la recepcionista un momento, entró en el baño y regresó poco después. Sonrió con placer al sentarse, mientras acariciaba la barbilla de Camila, que se volvió hacia Lauren y la miró. Lauren dijo en voz baja:

—Creo que los tipos que están en la mesa de la izquierda nos vigilan. Pidieron esa mesa en concreto, y es mejor que no los mires. Coquetea conmigo. Necesitamos darles un motivo para estar juntas. Te lo explicaré después._ Camila se irguió y tuvo que contenerse para no mirar directamente a los hombres. Asimiló las palabras de Lauren y asintió de forma casi imperceptible. En ese momento, Lauren se inclinó y la besó en los labios. Camila fingió que tosía y se tapó la boca con la servilleta. Estuvo a punto de estallar con el subidón de adrenalina. Entre el peligro de que las siguiesen y la excitación del beso, la cabeza le daba vueltas. Por fin logró mirar a Harry, que tenía los ojos como platos e iba a decir algo, pero Camila le dio un pisotón y le dedicó una expresiva mirada. Harry cambió de actitud y le preguntó a Louis qué tal le había ido el día.—Pidamos algo de beber, ¿os parece? —sugirió Lauren. Todos aceptaron con tanta rapidez y buena voluntad que Louis, sin duda, se preguntó qué diablos ocurría.