capitulo 2

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Camila tenía ganas de correr, pero se obligó a alejarse de la mesa despacio. En el bar aceleró el paso. Tenía que salir de allí como fuese.

En el exterior descubrió que había descargado una tormenta mientras estaba en el restaurante. Como hacía varios días que no escuchaba el parte meteorológico, no llevaba impermeable ni paraguas. Estaba como atontada en el aparcamiento, empapándose mientras buscaba las llaves en el bolso, cuando alguien la sujetó bruscamente por el brazo y le hizo dar la vuelta. Era el hombre que había entrado en su apartamento y le había dado una paliza a principios de la semana. Camila iba a gritar, pero el hombre sacó un cuchillo largo y fino, cuya punta apoyó en la barbilla de la joven.

-Cállate._ Camila lo miró y enmudeció. Los ojos del hombre eran como canicas negras y tenía el mismo aliento horrible.-Te dije que fueras buena, ¿no? -Entrecerró los ojos con aire amenazante-. Te voy a enseñar a obedecer.

-Disculpen, ¿se encuentran bien? -preguntó una voz femenina con un sonoro y llamativo tono de contralto. Camila estiró el cuello, pero sólo distinguió una figura detrás de ellos, envuelta en una gabardina larga y apenas iluminada por las luces del restaurante. El hombre guardó el cuchillo en el bolsillo, dio un apretón a Camila a modo de advertencia y se volvió, sujetándola contra sí.

-Ha bebido demasiado. La estoy ayudando a encontrar su coche._ dijo el hombre a la mujer. La mujer era alta, con cabellos largos y abundantes, pero no había forma de ver sus rasgos. No se movió.

-No parece estar borracha. ¿Se encuentra bien? ¿Necesita ayuda? Si quiere llamo a la policía con mi móvil Sólo tengo que apretar un botón. -Alzó el teléfono. El hombre estrujó aún más el brazo de Camila, que se estremeció de dolor.-Suéltela ahora mismo o llamo a la policía -gruñó la mujer. Otros comensales salieron del restaurante y se detuvieron a mirar. El hombre traspasó a la desconocida con los ojos, acercó la boca a la oreja de Camila y susurró:

-Te veré en otro momento. -Después, la soltó y abandonó el aparcamiento.

Camila sintió que se le doblaban las rodillas y supo que se iba a caer, pero unos brazos fuertes la sujetaron. Se enderezó, aunque se mareaba, y la mujer alta la sostuvo. Cuando uno de los comensales les preguntó si necesitaban ayuda, la desconocida dijo que Camila se encontraba bien y que ella la acompañaría a casa. Encaminó a Camila hacia un Audi oscuro y la apoyó contra el vehículo. La lluvia se había convertido en bruma.

-¿Se encuentra bien de verdad? ¿Le ha hecho daño?._ Camila hizo inventario: aparte de un brazo dolorido, de la piel empapada y de un susto de muerte, estaba bien.

-Creo que estoy perfectamente. Gracias. No sé qué habría ocurrido si usted... no hubiese aparecido._ La mujer echó un vistazo al lugar antes de hablar.

-¿Dónde está su coche?._ Camila miró a su alrededor hasta que cayó en la cuenta.

-Vine en taxi. -Se mesó los cabellos mojados con una mano temblorosa-. Dios mío. Lo habría evitado si hubiese pedido un taxi antes de salir y me estuviese esperando. ¡Qué tonta!._ La mujer puso la mano sobre el hombro mojado de Camila.

-Salió usted a toda prisa y parecía disgustada. Por eso la seguí. El hombre debía de estar esperándola. Hay gilipollas que se aprovechan de mujeres angustiadas. ¿Qué le dijo?._ Camila procuró no hiperventilar.

-Que no me estaba portando bien y que me iba a enseñar a obedecer. -Sus palabras se apagaron. Le temblaban tanto las manos que se abrazó para impedirlo. La desconocida insistió:

-¿Qué le dijo el hombre antes de soltarle el brazo?._Camila se esforzó por encontrar las palabras.

-Me dijo que me vería en otro momento. ¡Dios mío! Lo conozco. Entró en mi apartamento hace dos días. ¡Sabe dónde vivo!._ La mujer no apartó la mano del hombro de Camila. La leve presión atenuó los nervios de la joven, que al poco tiempo logró relajar los brazos, respirar a fondo, erguirse y apartarse del coche. Su salvadora retiró la mano.-Debo irme. Pediré un taxi en el restaurante. Por cierto, me llamo Camila Cabello. Gracias por su ayuda...

Primer Impulso (CAMREN) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora