Acechando

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-Yuuki?...-pronunció aun sorprendido el castaño de ojos bicolor.

-Rido...¿por qué... me miras así?...¿qué me hizo?...dimelo por favor...-dijo Yuuki, quien se encontraba sentada sobre la metálica mesa completamente desnuda.

Sus ojos granates tenían un tono rojizo y sobre estos se veian otros ojos mas pequeños cerca de su frente. Desde su boca hasta su mejillas se veían  unas horribles cicatrices e. Y en la extensión de su cuerpo se podían ver negras manchas, sus pantorrillas asta un poco por debajo de su rodila era negro y los dedos de sus manos se alargaban como si fueran garras completamente negras, tenia horribles coceduras en su abdomen, y sus orejas estaban cortadas de forma puntiaguda y sus labios eran de un extraño lila grisáceo.

Rido al escuchar la voz temblorosa de su sobrina se acercó a ella y le tendió un espejo, Yuuki lo tomó temerosa, sus ahora seis  ojos vieron con horror su nueva apariencia, solo el sonido del espejo al romperse contra el suelo  se escuchó.

-...y-yo...snif....n-no...n-no quiero esto...no quiero-

-Kussata siempre hace esas cosas...asi que no sirve de nada que te lamentes.-dijo el de ojos bicolor con la mirada seria.

-entonces, dime...¡¿por qué a ti no te ha hecho nada?!- gritó la castaña.

-tambien me gustaria saberlo...- dijo el sangrepura para acto seguido salir de allí dejando tras suyo a la Yuuki.


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-¿Zero?... despierta cariño... es hora de que te levantes- decía dulcemente Kaname al chico peliplata que dormía acurrucado a su lado. Zero únicamente se removió y se acomodó aun mas en el pecho del castaño.

Kaname suspiró ante esto, -Zero, despirta... necesito prepararte el desayuno.-

-mnnn....Kaname, n-no tengo hambre...- murmuró.

-¿pero qué dices?, necesitas alimentarte bien, o el bebé no nacerá fuerte- Zero al escuchar esto abrió sus ojos amatistas y se incorporó. –está bien!-exclamó para luego bostezar y frotar uno de sus ojos.

El sangrepura sonrió al verle  y se levantó para dirigirse hacia su armario y sacar algunas prendas de vestir que le había comprado a Zero.

Con las ropas en su mano se acercó al menor.

-voy a vestirte, ¿vale?-

-si...-respondió el peliplata con una sonrisa, el castaño comenzó a desvestir al pequeño monstruo dejando caer aquellas holgadas prendas de dormir sobre la cama.

-bien, ahora extiende tus brazos hacia arriba- indicó el mayor, a lo cual el contrario obedeció.

Le colocó un suéter de color blanco con bordes azules y un pantalón de color verde oscuro cuidadosamente para que estuviera comodo con su cola.

-listo... vamos...-Zero se puso de pie y ambos salieron del cuarto que compartían ambos.

Al bajar hacia la cocina se encontraron con Kaien que estaba allí.

-Director?...-

-hola, Kaname-kun, debo informarte algo realmente importante- dijo de manera seria, aquello extrañó al vampiro, pero solo asintió –primero le prepararé algo de comer a Zero-fue su única respuesta.

-bien...te espero aquí-

El peliplata vió como Kaname se adentró a la cocina, mas no lo siguió, se quedó allí de pie observando al rubio curiosamente.

Monster CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora